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Recientemente, Alejandro Ruiz y Manuel Bravo han expresado duras críticas hacia el gobierno de Puebla, encabezado por el Gobernador Alejandro Armenta. Según ellos, aunque reconocen la figura del mandatario como positiva, su gabinete parece ser “muy chiquito” y, en consecuencia, señalan que el Gobernador está “quedando a deber” a los poblanos.
Sin embargo, cabe preguntarse si estas críticas no tienen un trasfondo personal, pues muchos se cuestionan si, detrás de sus palabras, lo que realmente hay es un chantaje por no haber sido integrados al gobierno.
La insinuación de que su descontento radica en no haber logrado una posición dentro de la administración pública no es infundada, especialmente considerando que ambos personajes han estado distantes de la política activa en los últimos tiempos.
Lo que llama aún más la atención es que, detrás de estas declaraciones de la pititilla, se encuentra Manuel Carmona, el ex titular del Registro Civil. Aunque no participa directamente en las conferencias, es sabido que él ha sido un actor clave en los movimientos que han salido a la luz. Carmona, quien no logró continuar en su cargo, es percibido como la persona que maneja los hilos detrás de Ruiz y Bravo, lo que deja entrever que las críticas podrían tener un carácter más estratégico que genuinamente constructivo.
No es claro qué buscan exactamente estos exfuncionarios al lanzar sus comentarios mordaces, pero parece que la atención es un ingrediente fundamental en su estrategia. En lugar de ofrecer soluciones o propuestas que beneficien a los ciudadanos, prefieren recurrir a la polémica y al cuestionamiento destructivo.
Finalmente, sería prudente recordar el caso de Manuel Carmona cuando estaba al frente del Registro Civil. ¿Cómo avanza la auditoría sobre su gestión? Este tema sigue siendo una incógnita, pero es importante que se transparente el proceso y que cualquier irregularidad sea aclarada, no solo por el bien de la administración pública, sino también por el respeto a los ciudadanos de Puebla. Es momento de que estos personajes de la chiquillada política, se enfoquen más en aportar soluciones concretas y no en generar confrontación sin fundamento, solo para llamar la atención para que les den una chamba y unos pesos.
