El ex miembro de One Direction Niall Horan se presentará en el majestuoso lugar, que normalmente alberga de todo, desde los premios BAFTA hasta los BBC Proms, para una transmisión en vivo sin audiencia que se transmitirá en todo el mundo a cuatro zonas horarias diferentes. Es una hora antes de la hora del espectáculo. Hay mucho por hacer.
Dentro del auditorio principal, los asistentes y los miembros del equipo zumban alrededor del escenario circular que se ha colocado donde normalmente estaría la multitud. Abajo, al área de backstage, pasando el piano de cola que formará la pieza central de la apertura del concierto, el personal de gira está aprendiendo el truco del diseño laberíntico del Albert Hall. “Llevo aquí un día y apenas me estoy orientando”, dice Milly, asistente de producción.
En un sótano de concreto que parece el tipo de lugar que solo suelen visitar los trabajadores de mantenimiento, el director Paul Dugdale se sienta frente a un grupo de pantallas, tomando notas de último momento. La ráfaga de cenas calientes flota por el pasillo al pasar por la sala de catering, abarrotada de miembros de la tripulación. Esta noche requiere el tipo de ejecución perfecta que simplemente no es posible con el estómago vacío.
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El concierto es la última empresa conjunta entre Driift, una empresa de eventos en vivo, y el productor de “Gangs of London”, Pulse Films. Su unión se inició en marzo cuando Rick Salmon, socio de la agencia de gestión musical y venta de entradas ATC, vio los planes de gira de sus artistas archivados para el futuro. “Fue una idea que nació por necesidad”, dice Salmon, tomando asiento en una sala de proyección de la planta baja. "¿Cómo podemos hacer que nuestros artistas actúen de nuevo pero de una manera emocionante?"
Fue un período en el que los artistas se embarcaron en transmisiones más rudimentarias desde casa. Debe haber una forma mejor que esa, pensó Salmon. “Se sintió como un busking digital”, dice.
La cantautora Laura Marling era una de esas artistas en los libros de Salmon que había visto evaporarse su agenda. Reflexionando sobre sus opciones un domingo, Salmon y su socio de negocios Brian Message tuvieron una idea: una transmisión en vivo pero realizada correctamente, en un lugar hermoso, filmada por un director adecuado, con boletos vendidos. Habló con Sam Bridger, director de cine musical de Pulse, quien se incorporó de inmediato. Nació un nuevo medio.
"No podemos reclamar ningún crédito por el concepto de una transmisión en vivo", explica Salmon, "pero definitivamente podemos afirmar que somos las primeras personas en realizar un evento de transmisión en vivo con boleto de producción completa sin audiencia".
Desde la perspectiva de Pulse, la oportunidad de colaborar en una experiencia revolucionaria fue tentadora.
“Debido a que no hay audiencia, es el catalizador de una gran cantidad de opciones creativas”, dice Bridger, tomando asiento junto a Salmon.
“Los directores nunca lo admitirían abiertamente, pero [la ubicación de] las audiencias puede ser algo molesto porque no puedes poner tu cámara donde quieres poner tu cámara. Literalmente, estás dando a las mejores mentes directoras en vivo un boleto gratis para crear lo que quieren y poner la cámara donde quieran ".
Con información de Variety.
