Por José Carlos Sánchez
Puebla, Pue.- en los pliegos petitorios, los porros disfrazados de alumnos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), exigen privilegios y canongías, como si ellos fueran estudiantes de primer mundo.
Por ejemplo, los porros paristas quieren viajar a costa del erario público y que les patrocinen con el 50 % de los gastos, viajes a Japón y los países a donde haya intercambios académicos.
También requieren la misma cantidad para su hospedaje y alimentación. Solo les faltó pedir ropa de marca y que les paguen sus borracheras que acostumbran.
Los porros disfrazados de alumnos creen que estudian en una universidad privada y de lujo, pero ellos no se comprometen a subir su nivel académico.
Tras las objeciones presentadas por estudiantes de Ciudad Universitaria (C.U.) sobre su exclusión en la mesa de diálogo anterior, este martes se llevó a cabo un nuevo encuentro en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla.
La reunión estuvo marcada por la entrega de pliegos petitorios de los portátiles y el recurrente enfrentamiento entre grupos de estudiantes que exigen mantener el paro y aquellos que buscan su conclusión.
Durante la mesa de diálogo, destacó la entrega formal de los pliegos petitorios de las facultades de Psicología y Filosofía y Letras. Entre las demandas principales se encuentran la implementación de medidas más estrictas para atender denuncias de acoso sexual y garantizar el seguimiento efectivo de los casos.
En este sentido, los estudiantes de Psicología exigieron acciones concretas contra el maestro Eulogio Romero Rodríguez y el alumno Omar Rafael Galicia Cruz, señalados reiteradamente por acoso.
Otras solicitudes abordaron problemáticas administrativas, como la regulación del servicio social y las prácticas profesionales, así como la revisión exhaustiva de la planta docente para remover a aquellos profesores que carecen de la capacitación adecuada para impartir clases.
Como en encuentros previos, la asamblea se vio dividida entre estudiantes radicales que exigían mayor quórum y aquellos que consideran que el paro debe levantarse para no seguir afectando las actividades académicas. En este escenario, los integrantes de la llamada "Alianza Centro" jugaron un papel clave en la organización y conducción de la mesa.
La jornada transcurrió entre debates encendidos y la constante presión de distintos sectores estudiantiles por lograr avances en sus respectivas exigencias.
Sin embargo, la falta de consensos claros sigue prolongando el conflicto, dejando en incertidumbre el futuro inmediato de las actividades en la BUAP.