El País México
El nombre de Nidia Fabiola Blanco (Ciudad de México, 49 años) ha estado en boca de todo México. Se atrevió a denunciar a Cuauhtémoc Blanco, su hermano de padre, por un intento de violación ocurrido en 2023, cuando él era gobernador de Morelos. Hoy es diputado y el Congreso rechazó el 25 de marzo la petición de la fiscalía para que fuera desaforado y enfrentara la justicia. La sesión fue bronca.
Desde ese día se han dicho muchas cosas de la víctima, pero en esta entrevista ella cuenta algunas más: las amenazas que está recibiendo por parte de los hermanos del diputado para que detenga el caso, que ahora lleva otro fiscal. “Dicen que ya tienen a las personas que me van a hacer daño, son de Tepito [un barrio conflictivo y peligroso de la capital], a uno le dicen El Diablo”. “A mí no me hablan, lo hacen a través de un familiar para que me pase el recado”. La mujer se confiesa nerviosa, estresada y con problemas de sueño. Pide ayuda a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la fiscalía para que la protejan.
En un hotel de la capital, la mujer acusa a Blanco de ser el artífice de estas intimidaciones constantes y en aumento desde que puso la denuncia seis meses después de aquella noche de diciembre en que le arrebataron la paz en la casa de Gobierno del Estado, donde vivía con su medio hermano, para el que trabajaba. Recuerda la escena con claridad, pero el proceso judicial la obliga a guardar silencio. Su vida no ha vuelto a ser igual tras aquel intento de violación lleno de claroscuros que busca ver la luz de la justicia.
Pregunta. ¿Cómo han sido para usted estos últimos meses?
Respuesta. Tengo que cuidarme de esta gente que es muy peligrosa. Ha sido muy duro, doloroso y traumático. Tengo ansiedad, nervios, estrés, no puedo dormir, me ha afectado mucho en el sueño, fumo mucho.
P. ¿Cuál era su relación con Cuauhtémoc Blanco?
R. Intermitente. Convivíamos en una que otra reunión familiar, muy esporádicamente. Pero sí había alguna llamada... ‘Hola, ¿cómo estás?’. No nos decíamos hermanos, pero era una relación cordial, amistosa, bonita, de hermanos. Lo conocí a los 19 años. Me lo presentó un familiar en una reunión. Me pareció una buena persona en ese momento.
P. ¿Qué opina del manejo de este asunto?
R. Cuando fui a presentar mi denuncia, estaba un fiscal. Me molesta mucho que ahora digan que armamos un complot.
P. ¿Por eso decidió hablar?
R. Sí, por eso y por las amenazas. Eso de que es un complot con el exfiscal… No tengo la culpa de que el fiscal que me tocó haya sido el señor [Uriel] Carmona. No lo conozco, nunca lo conocí. Ahora resulta que es una persecución política. Quieren desviar el tema, me da mucho coraje.
P. ¿Nunca antes vio a ese fiscal?
R. Lo conozco como todos. Jamás tuve una conversación con él, ni cuando fui a denunciar. Los problemas de Cuauhtémoc y el exfiscal son una historia y la mía es otra, no tienen nada que ver. Pero mucha gente está creyendo que es un complot contra Cuauhtémoc.
P. ¿Se están invirtiendo los papeles?
R. Así lo siento. A mí no me puso nadie en esta situación, si no hablé desde un principio fue por miedo, por las amenazas de Ulises Bravo, no por otra cosa. [Ulises Bravo es uno de los seis hermanos del diputado por parte de madre].
P. ¿Cómo han sido esas amenazas?
R. Cuando todavía estaba trabajando sufrí amenazas de Ulises Bravo, posteriormente de otros hermanos. Dicen que ya tienen a la gente que me va a hacer algo. A mí no me hablan, lo hacen a través de un familiar para que me pase el recado. El último fue hace dos semanas: uno de ellos me dijo que ya tenía a las personas que nos iban a hacer daño, que son de Tepito y que a uno le dicen El Diablo. Así me pasaron el mensaje. He recibido amenaza tras amenaza para que detenga esto.
P. ¿Qué familiar en concreto es el mensajero?
R. Hay detalles que no puedo decir por el proceso, pero es un hermano de Cuauhtémoc.
P. ¿Ha solicitado protección de la Fiscalía de Morelos?
R. Sí. Me dicen que lo van a checar, porque el caso está en Cuernavaca [Estado de Morelos] y yo vivo en Ciudad de México. En octubre pedí protección y la sigo solicitando. No puedo salir, si lo hago, volteo a todos lados por si hay un sospechoso, un coche diferente. Es un problema vivir así. Me quitó la paz. No estamos en las mismas condiciones, él es diputado, trae guaruras, yo no tengo a nadie. Es muy fácil, él me puede hacer daño en el momento que quiera.
P. ¿Si le ocurre algo, responsabilizaría a alguien?
R. Si a mí, a mi familia, abogados, amigos, a la gente de mi entorno les pasa algo, hago responsables a Cuauhtémoc Blanco Bravo y a Ulises Bravo. No tengo protección y las amenazas ahí están. También me ha amenazado Ulises con fabricarme un delito para meterme a la cárcel. La abogada [de Cuauhtémoc] dijo que yo lo extorsioné, es una mentira más. A mí nadie me corrió, yo renuncié. Él [Cuauhtémoc] me invitó a trabajar como directora general de MiPymes, la invitación fue de él. Y la invitación de irme a vivir a la casa de Gobierno también fue de él.
P. ¿Insistirá en la protección?
R. Sí. Le pido a la presidenta [Claudia Sheinbaum] y al señor Omar García Harfuch [secretario de Seguridad] protección, no tengo ninguna. Tengo que hacer mi vida, no me puedo quedar encerrada en un cuarto esperando que el proceso acabe. No quiero estar a expensas de que estos señores en cualquier momento me hagan daño.
P. ¿Qué situaciones vio en la casa de Gobierno?
R. Fiestas familiares, de amigos, de los hijos. Había fiestas a las que llegaban mujeres escorts, que terminaban a las cinco o seis de la mañana. Había alcohol, drogas no me consta, había sexo. También reuniones de trabajo.
P. ¿No consideró esa situación cuando aceptó vivir ahí?
R. Antes de vivir ahí no sabía qué pasaba en la casa, para mí era la oficina del gobernador.
P. ¿Después siguió viviendo allí?
R. Sí. Dicen que me corrieron, a mí no me corrió nadie. Cuando decidí denunciar me fui de la casa. Eso sí, me obligaron a firmar la renuncia.
P. ¿Le liquidaron?
R. No me liquidaron, y es por ley en cualquier trabajo.
P. Blanco ha jurado hasta las lágrimas que es inocente.
R. Me gustaría tenerlo de frente y decirle: ¿ahora resulta que no te acuerdas de cómo hiciste las cosas? Le diría que él sabe y se acuerda perfectamente de lo que hizo y cómo lo hizo.
P. ¿Cuándo decidió presentar la denuncia?
R. Lo pensé mucho tiempo. Estaban las amenazas. Primero me dio miedo, al final dije: pase lo que pase, no me voy a quedar callada, lo voy a denunciar. Un político te puede hacer muchas cosas, piensas que puedes ser una muerta más.
P. ¿Las amenazas llegaron inmediatamente después del ataque?
R. Sí. Quería que me fuera de allí y no hablara. Les hacía creer que todo estaba normal, pero no, eso no se me va a olvidar ahora, ni después. Nunca.
P. ¿Le pidió una disculpa, dió una explicación o actuó como si nada al siguiente día?
R. Ninguna. Empezó a ir menos a la casa y yo trataba de evitarlo.
P. ¿Cuándo fue la última vez que habló con Cuauhtémoc?
R. A principios de 2024. Me lo encontré en un pasillo y me dijo: ‘Tú te quedas trabajando aquí, yo me voy de diputado’. Fue la última vez que lo vi.
P. ¿Qué recuerda de lo ocurrido?
R. Fue una noche de diciembre de 2023 y recuerdo todo perfectamente, pero no puedo hablar.
P. ¿Qué posición ha tomado su papá?
R. Está muy molesto.
P. ¿Blanco tiene relación con él?
R. Sí, tenía, pero después de esto ya no. Mi papá está de mi lado, porque hay pruebas. Alguien de la familia de Cuauhtémoc también le habló para decirle que detuviera esto, si no me iba a ir peor.
P. ¿Por qué el diputado insiste en negar el parentesco con usted?
R. No lo sé. Por eso les mandé el acta de nacimiento. Es muy raro que después de 52 años mi papá se entere de que no es su hijo. Pero eso es aparte.
P. ¿Cuánto tiempo prevé que tarden en complementar la carpeta para presentar una nueva solicitud de desafuero?
R. Pueden ser dos meses, pero lo pueden alargar el tiempo que quieran. Confío en el fiscal que acaba de entrar y espero que sea pronto.
P. ¿Qué le hace falta a la carpeta?
R. Para mí tiene todo. Si ellos quieren seguir protegiéndolo, van a seguir poniendo pretextos.
P. ¿Cómo recibió la decisión de la Cámara de Diputados de desechar la solicitud de desafuero?
R. Fue un show, una vergüenza, me dio pena ajena. Una burla para todas las mujeres, para el país, actuaron como si fuera un juego. El señor nunca lo va a aceptar, tiene muchas carpetas abiertas, no nada más la mía. Necesita el fuero.
P. ¿Aceptaría ir a la Cámara de Diputados? Hay diputadas que proponen que vaya.
R. Sí iría. No tengo nada que esconder, no tengo nada que tapar.
P. ¿Qué le diría a la Fiscalía, a la presidenta y a la ciudadanía?
R. A la Fiscalía, que confío en ellos, que investiguen, que nos traten de la misma manera, que no le den preferencia por ser diputado. A la presidenta, lo mismo, que apoye la investigación y que no protejan a este señor, porque para mí lo están protegiendo. Y a la gente le digo que muchas mujeres pasan por lo mismo. Mi caso salió porque es Cuauhtémoc Blanco, pero hay muchas mujeres que están en la misma situación. Les pido empatía, que no hablen por hablar.
P. ¿Se arrepiente de haber denunciado?
R. No, no me arrepiento. Busco que el señor pague y voy a llegar hasta lo último. Quiero justicia y espero verla.
P. ¿Se siente atacada?
R. Por esta gente sí. Trato de no leer las opiniones de las personas, sí me afectan. No quiero cinco minutos de fama. Leí un comentario que se me quedó grabado, decía: ‘Si la matan es que sí era verdad’ ¿Cómo puede decirse eso? No puedo ir con cada persona a decirle: ¡oye!, créeme. Estoy haciendo lo correcto para que haya justicia.
P. ¿Qué le dice a las mujeres que pasan por situaciones similares?
R. Que denuncien a pesar de que sean esposas, novias o ex de funcionarios o de gente poderosa. Cuando es gente poderosa da más miedo denunciar, pero hay que hacerlo porque si no esto nunca va a cambiar y no va a dejar de pasar.