SAN DIEGO -- Philip Rivers está un poco más delgado de lo usual en este receso de temporada, y todavía posee la potencia en el brazo para lanzar el ovoide a través de una cerrada ventana.
Aun así, el quarterback de 35 años de edad de Los Angeles Chargers tiene una prioridad simple para la actual temporada baja: cuidar mejor el ovoide.
Aunque lanzó para 4,386 yardas y 33 touchdowns la temporada pasada, ganándose su sexta invitación al Pro Bowl, Rivers también lideró a la liga en intercepciones con 21. Como equipo, los Chargers lideraron a la liga en entregas de balón durante el 2016 con 35.
Específicamente, Rivers sufrió durante los cuartos periodos de la pasada campaña. Totalizó apenas cinco touchdowns y nueve intercepciones en los últimos cuartos, registrando un índice de pasador de 63.3.
El entrenador en jefe de los Chargers, Anthony Lynn, y el coordinador ofensivo Ken Whisenhunt, han hecho de limitar las entregas de balón un punto de énfasis en esta temporada baja, por lo que tiene sentido para Rivers seguir la pauta.
"Realmente lo he reducido a proteger el ovoide en esta temporada baja", dijo Rivers. "Obviamente, siempre trabajas en pequeñas cosas dentro del bolsillo, y todos los ejercicios diferentes que hacemos. Y sé que es amplio, y existe una historia detrás de cada entrega, pero realmente se trata de proteger el balón.
"Simplemente pienso que si lo hacemos, y hacemos un mejor trabajo en ello, automáticamente estás ganando más partidos de los que ganamos el año pasado. Y entonces te das una oportunidad en esos otros encuentros que se deciden hasta el momento final".
Rivers dijo que uno de los modos en que protegerá el ovoide será seguir el consejo de su ex coordinador ofensivo Cam Cameron, quien estuvo con los Chargers del 2002 al 2006: no te aburras con las cosas pequeñas.
Para Rivers, eso significa asegurarse de que sus fundamentos dentro del bolsillo son sólidos, y optar por la válvula de escape a 5 yardas en lugar de forzar innecesariamente el balón campo abajo. Lynn también ha prometido brindar mayor balance a la ofensiva recargándose en el juego terrestre, algo que debe ayudar a Rivers.
"Se trata de no aburrirte con los pases completos y realmente imponer una meta para las actividades organizadas del equipo: tratemos de no lanzar 'tantas' intercepciones", dijo Rivers. "Vas a tirar una o dos. Ahora es el momento de lanzar algunos pases. No quieres salir allá y jugar con temor, especialmente aquí en el patio trasero.
"Pero realmente recrear el hábito de proteger el balón y va a ser nuestro jugador o nadie, y hasta ahora ha sido un buen inicio".
Aunque cuidar el ovoide es importante, una de las cosas que aprecia Lynn de Rivers es la energía que aporta al campo de prácticas, creando alta intensidad en los ejercicios de equipo. Lynn dijo que la competencia es crítica para ayudar a los Chargers mejorar en la temporada baja.
"Es muy apasionado respecto al juego y se lo toma muy en serio", acotó Lynn. "No da nada por sentado. Es el modo en que entrena, y es el modo en que juega.
"Es muy importante porque algunos días sales y no tienes la energía, y el quarterback --o alguien-- puede encender a los chicos. Y con nosotros, sucede que es nuestro quarterback".