Finalmente, podemos traer todo esto de vuelta al béisbol. Pero cuando se trata de Matt Harvey y los Mets de Nueva York, es más fácil decirlo que hacerlo. Sin embargo, por primera vez en nueve días, Harvey estará en el montículo por Nueva York en el inicio de una gira como visitantes de los Mets ante los Cerveceros de Milwaukee el viernes.

No va a ser una prueba fácil para Harvey, en muchas formas. Que los Mets sigan rodando los .500 en la temporada es un milagro menor todo el drama que les ha sucedido, y especialmente, con la creciente lista de lesiones, a la que se le añadió uno más cuando el jueves se anunció que el cerrador Jeurys Familia tiene un coágulo en una arteria de su hombro de lanzar y se encaminó a San Luis para visitar al Dr. Robert Thompson. Más sobre Familia en breve.

A pesar de todos los dolores de cabeza dentro y fuera del terreno, reales e imaginarios, los Mets se mantienen dentro de la lucha inicial por uno de los comodines de la Liga Nacional. Los Nacionales de Washington parecen encaminados a mantenerse en la cima de la División Este de la Liga Nacional toda la temporada, pero las batallas por los comodines parece que serán tan llenas y luchadas como siempre. Para que los Mets se puedan mantenerse en esa pelea, ellos necesitan a un Harvey saludable, contento y productivo para que encabece la rotación.

La temporada pasada, Nueva York llegó al juego entre comodines de la LN cuando jugadores de relleno como Robert Gsellman y Seth Lugo le dieron un impulso inesperado a una rotación repleta de lesiones. Repetir un escenario como ese en esta ocasión podría ser una tarea aún más difícil para el manager Terry Collins.

Cuando Harvey estaba cumpliendo su suspensión de tres partidos impuesta por el equipo, la rotación de Nueva York lo estaba echando de menos a él, a Lugo, a Noah Syndergaard y a Steven Matz. Por eso es que el pobre Adam Wilk convocado como abridor de emergencia el domingo y fue colocado en asignación el lunes. Por eso es que Rafael Montero y su efectividad de por vida de 5.81 están en la rotación, y por eso es que los Mets reclamaron de waivers desde Milwaukee el pasado fin de semana al atribulado zurdo Tommy Milone.

Los Mets no solo necesitan que se limpie la atmósfera con Harvey, sino que además necesitan malamente que él llene el hueco en la producción dejado por la lesión de Syndergaard. Nueva York podría encontrar a otros que coman entradas, pero con Jacob DeGrom haciendo todo lo que puede, Harvey sigue siendo la mejor esperanza para un segundo abridor en el tope de la rotación ante la ausencia de Syndergaard. Y, es triste decirlo, pero esa esperanza podría ser algo lejano.

Existe mucha incertidumbre en torno a la recuperación de Harvey de su cirugía de síndrome de salida torácica, una condición que probablemente lleva algún tiempo pero que ha sido recientemente que se ha puesto en el ojo público. Cuando la velocidad de Harvey se notó baja en los inicios de los entrenamientos primaverales, hubo algo de preocupación de que hubiese perdido demasiado en su recta, un desarrollo devastador para un lanzador que depende tanto de su repertorio de fuerza.

A finales de la primavera, ni siquiera había certeza que Harvey se quedaría con el equipo grande. Pero la velocidad comenzó a regresar por destellos, y Harvey terminó abriendo el tercer juego de la temporada por los Mets. Eso fue alentador. El cirujano de Harvey, el medico Thompson antes mencionado, ha cobrado importancia como el equivalente de Frank Jobe/James Andrews de dicho síndrome, y sus estudios han sugerido que aquellos que han sido sometidos a un procedimiento como este han salido bastante bien, aunque ha aceptado que la muestra de dichos estudios es pequeña.

Así que la temporada 2017 comenzó con algo de esperanza para Harvey. Pero incluso antes de la suspensión, desde el punto de vista de resultados, la tendencia de Harvey se estaba inclinando a la dirección incorrecta. Fue apaleado en sus pasadas dos salidas, ambas ante los Bravos, elevando su efectividad de 2.84 a 5.14.

Ha ponchado apenas cinco bateadores en 16⅔ entradas en sus pasadas tres aperturas. En la temporada, los 5.1 ponches de Harvey por cada nueve entradas es 3.7 menos que su promedio de por vida. Su tasa de boletos (3.3) es la más alta de su carrera desde su temporada de novato. Encima de eso, Harvey ya ha permitido siete jonrones en 35 entradas. En contraste, consideren que en el 2013, el año antes que Harvey fuese inactivado para someterse a la cirugía Tommy John, permitió siete jonrones en 178⅓ entradas.

La efectividad de Harvey independiente del fildeo (5.74) sugiere que en realidad él ha tenido suerte para tener efectividad de 5.14. Eso convierte su salida del viernes ante los Cerveceros en algo más retante. Milwaukee se ubica cuarto en las mayores en carreras y está empatado Washington en el liderato de cuadrangulares. Casi la mitad de las carreras de los Cerveceros esta temporada han llegado por la vida del batazo largo (49.7 por ciento).

En términos de selección de pitcheo, Harvey ha lanzado menos rectas -- 56.6 por ciento de sus lanzamientos hasta ahora, 2.2 por ciento menos que el promedio de su carrera. Está lanzando el slider con un 6 por ciento de mayor frecuencia (23 por ciento). Mientras tanto, Harvey casi se ha olvidado de su curva, utilizándola apenas en el 6.3 por ciento del tiempo, o casi la mitad del tiempo que lo utilizaba antes, y hemos visto que usa más su cambio, que fue el último lanzamiento que Harvey añadió a su repertorio en sus días en liga menor.

La actuación de Harvey con el repertorio más suave ha sido muy buena. De acuerdo a TruMedia, tiene un promedio de bateo sopesado de .245 en esos pitcheos (sliders, curvas y cambios) en esta temporada, cerca de su marca de por vida de .248. Los rivales han logrado un porcentaje de OPS de .558 cuando ponen esos pitcheos en juego ante él en esta temporada.

Desafortunadamente, el repertorio de fuerza ha sido otra historia. La recta de Harvey ha sido golpeada al son de un WOBA de .406 y OPS de .921 en el arranque de la temporada. Las razones para esto no están totalmente claras a pesar de todo lo que se ha dicho sobre la calidad del repertorio de Harvey. Su velocidad promedio en su recta (94.2 mph) es de hecho 1.1 mph por debajo de su mejor marca en su carrera pero sigue siendo lo suficientemente alto para él para ganar separación de sus ofrecimientos secundarios. Su velocidad máxima (97.8) no es lo que solía ser pero sigue indicando que puede recurrir a ella cuando se le necesita. Su tasa de giro en rectas hasta ahora está muy por encima de la norma en su carrera, e incluso está consiguiendo mayor movimiento horizontal.