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Lo más insólito de la noche ocurrió al final del encuentro. Tras un gol de Cristian Medina que parecía darle el empate a Argentina, el partido fue dado por finalizado.
Sin embargo, tras una revisión del VAR, el tanto fue anulado por fuera de juego. Lo sorprendente es que esta revisión se realizó y se comunicó después de que el partido ya había terminado oficialmente, según los canales oficiales de la competición.
Ante esta situación, ambas selecciones fueron convocadas nuevamente al campo para jugar tres minutos adicionales. Sin embargo, Argentina no pudo aprovechar esta oportunidad para igualar el marcador.
Un partido marcado por la tensión
La tensión en el estadio fue palpable desde el inicio del partido. Los aficionados marroquíes, más numerosos, recibieron con abucheos al himno argentino y durante todo el encuentro mostraron su hostilidad hacia los jugadores albicelestes.
Esta situación se vio agravada por los recientes incidentes entre ambas federaciones, tras la celebración de la Copa América por parte de Argentina.
A pesar de la presión de la afición local, Marruecos demostró ser un equipo sólido y eficaz. Soufiane Rahimi, delantero del equipo, fue la figura del partido al anotar los dos primeros goles marroquíes. El primero llegó tras una gran jugada individual y el segundo desde el punto penal.
La derrota ante Marruecos deja a Argentina en una situación complicada en el Grupo B. El equipo de Mascherano deberá ganar sus próximos dos partidos, ante Irak y Ucrania, para tener opciones de clasificarse a la siguiente ronda.
Un futuro incierto para la Albiceleste
El futuro de la selección argentina sub-23 en los Juegos Olímpicos es incierto. La derrota ante Marruecos y los problemas internos que atraviesa el equipo generan dudas sobre sus posibilidades de alcanzar el podio.