En su regreso a la selección argentina, Gonzalo Higuaín habló por primera vez en los medios sobre el mano a mano que perdió en la final del mundial de Brasil ante Alemania y se defendió de las críticas: "Fue mala suerte lo que pasó. Hay gente que pone mal un ladrillo y yo no digo nada".
"Me critican por errar un mano a mano, pero jamás voy a dudar de lo que soy. Fue mala suerte lo que pasó. Hay gente que pone mal un ladrillo y yo no digo nada; sé muy bien lo que hice", se defendió Higuaín desde el hotel donde concentra el seleccionado argentino en Lima, en la previa del cotejo ante Perú del próximo jueves por la novena fecha de Eliminatorias Sudamericanas.
Higuaín hizo su descargo por primera vez a los medios, con evidente fastidio y emoción, al recordar las ocasiones falladas en las finales del Mundial Brasil 2014, la Copa América Chile 2015 y la Copa América Centenario 2016 que desencadenaron críticas y burlas, tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación.
"Tengo el mismo derecho que todos a vivir. El fútbol es mi vida, pero también hay otras cosas importantes. La gente tiene derecho a opinar y es libre de insultar y criticar. Si es su felicidad, está todo bien, pero en mi humilde opinión, somos personas antes que jugadores", remarcó Higuaín desde la localidad de San Isidro, en Perú.
En ese sentido, el ex River Plate y Real Madrid señaló que quienes dudan de él, continuarán en ese camino. "Aquel que nunca dudó, estará conmigo siempre", añadió Higuaín. El actual delantero de Juventus de Italia, incorporado para la presente temporada a cambio de 90 millones de euros, aseguró que está "muy tranquilo" y que valora a quienes "se desviven" por su persona, no por aquellos que lo siguen "desde hace dos años".
En ese sentido, remarcó el apoyo "de los chicos", en referencia a sus compañeros del seleccionado argentino, y que "jamás" pensó en una renuncia al equipo como sucedió en un principio con el astro Lionel Messi, luego del subcampeonato en la Copa América Centenario, quien luego cambió de posición.
"Me sentí mal, pero ahora me queda mucha carrera, además, siento un amor profundo por el fútbol y el día que no lo sienta más dejaré de jugar", confesó el 'Pipita'.