En el último día como presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco se victimizó y aseguró que fue perseguida durante tres años por el gobierno estatal y medios de comunicación.
En la última sesión de Cabildo, la morenista consideró que dejará el cargo "con la mirada y dignidad intacta, siempre luchando por una transformación profunda del país".
"Fuimos el gobierno municipal que enfrentó la violencia política y de género, esto nos obligó a emprender acciones legales e institucionales (...) Nos ha tocado ser la administración más vigilada de la historia por combatir la corrupción, por haber cortado con los privilegios de algunos cuantos, ese fue el costo que asumimos con patriotismo, porque ha valido la pena cada insulto, cada golpe y ataque, dijo.
Al señalar que su gobierno no cedió al chantaje ni a presiones políticas, Rivera Vivanco dejó en claro que asumió el costo mediático de muchas de sus decisiones que causaron controversias.
Finalmente, consideró que la capital poblana avanzó tras un trienio de acciones progresistas, apegadas a los ideales de la Cuarta Transformación.
"Nosotros nos hemos conducido dentro de la ley, combatiendo la corrupción, con ideales, con convicción. Hasta el día de hoy, no se nos ha encontrado nada", finalizó.