La BUAP consiguió luego de largos trámites el convenio de licenciamiento para para la comercialización de un producto farmacéutico totalmente desarrollado en la Facultad de Ciencias Químicas, con la empresa Pulsis Patent, celebró el rector Alfonso Esparza Ortiz, esto en el acto de firma de dicho convenio con la empresa.

El rector Esparza Ortiz presidió el evento junto con el maestro Ernesto Álvarez Hurtado presidente del consejo de administración de la empresa Pulsis Patent y como invitado especial el doctor Guillermo Ruiz.

Este es, remarcó el rector Esparza, “el primer licenciamiento de un producto que se diseñó y se patentó por nuestra universidad, resultado de un trabajo científico del doctor Miguel Ángel Hernández Espinosa y la maestra Martha Alicia Salgado Juárez y del doctor Fernando Hernández Alcántara, del Departamento de Investigación de Zeolitas de la Facultad de Ciencias Químicas”.

Al explicar el valor de este invento ciento por ciento universitario comentó: “a través de estudios con diversas plantas, desarrollaron un fármaco que pudiera regenerar las heridas del pie diabético, el producto final es este talco cicatrizante que se registró hace algunos años en el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual y que activa la recuperación de los vasos sanguíneos, evita que las heridas se agraven y evitar con ello que sea necesario en algunos casos la amputación de las extremidades”.

Por su trascendencia este proyecto recibió el apoyo de Conacyt y de la Secretaría de Economía y desde hace varios años se obtuvo la marca registrada, aseveró Esparza Ortiz y agregó: “nuestra universidad le apoyo y apostó recursos al escalamiento de este producto y tuvo excelentes resultados en la recuperación de pacientes, logrando agotar las ventas en las farmacias universitarias Alexander Fleming.”

Es hasta marzo del 2018 que se obtuvo el título de patente y en septiembre del mismo año el registro sanitario ante la Cofepris, lo que permitió que las gestiones que se llevaron desde hace cuatro años con la empresa Pulsis Patent culminen con este convenio de licenciamiento exclusivo para el uso, explotación y comercialización del producto en nuestro país, celebró el rector.

“Debemos destacar que esta colaboración empresa-universidad mediante este licenciamiento de patente es uno de los ejemplos en nuestro país de la confianza de una empresa” para comercializar un invento universitario en un mercado altamente competitivo.

Sobre la falta de patentes universitarias, el rector aseveró que una de las causas es la serie de trámites largos, interminables ante las autoridades respectivas y eso en muchos casos desalienta a los investigadores.

“Ahí tenemos un biofertilizante exitosísimo que ya se había exportado a España y Alemania y se tuvo que cancelar porque llevamos como tres años en los trámites”, lamentó el rector.

El acto concluyó con la firma del convenio y la celebración universitaria de este hecho trascendente para la vinculación BUAP-sector productivo, que puede ser el inicio de una colaboración fructífera para la benemérita y para la economía regional.