Los Mochis, Sinaloa.- A menos de dos años de que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, deje el poder, los sinaloenses reprueban la gestión del Ejecutivo federal y califican su desempeño con 3.36 puntos en una escala del 1 al 10, donde 0 es «muy mal» y 10 «muy bien», de acuerdo con una encuesta realizada por EL DEBATE. Este mismo estudio de opinión arrojaba el año pasado calificaciones hasta de 6.29 en las colonias periféricas de Salvador Alvarado.
El análisis se realizó del 2 al 9 de febrero, donde se consultó a ciudadanos mayores de 18 años de los municipios de Ahome, Guasave, Salvador Alvarado, Culiacán y Mazatlán.
En el trabajo se evaluó el desempeño de los mandatarios de los tres niveles de gobierno en tres sectores de la población: colonias céntricas, zona rural y periférica.
Respecto a Peña Nieto, los resultados de esta casa editorial indican un contundente rechazo: la desaprobación que le dieron los sinaloenses entre abril del 2016 y febrero del 2017 se incrementó de manera considerable hasta alcanzar el 91.6 por ciento de quienes señalaron que no volverían a votar por él, por ejemplo en el sector centro de Culiacán.
En el estudio pasado -levantado del 13 al 21 de abril también de forma sectorizada en cinco municipios de la entidad- el rechazo era del 80 por ciento.
En otros municipios, como Salvador Alvarado, la opinión negativa se incrementó hasta en un 36 por ciento en el sector rural, donde también indicaron que no volverían a votar por él.
En caída libre
Además, las cifras indican una caída en la percepción de los ciudadanos respecto a si el país va por un buen camino o por mal camino.
En la encuesta de abril del 2016, la zona rural y las colonias de la periferia de Salvador Alvarado, Guasave, Ahome y Culiacán coincidieron en que la senda por la que va el país se muestra de manera regular, pero en los actuales resultados los tres sectores de los cinco municipios exhiben de manera contundente que el país va por mal camino.
Su descenso en los resultados no es fortuito, pues obedece a una serie de acciones de gobierno que ha venido implementando el Ejecutivo federal y que ha influido en el estado de ánimo de la población en general.
Una de ellas es el alza a los combustibles, lo que provocó un malestar generalizado en la población mexicana a inicios de año, ya que contrario a las promesas que habían hecho el Poder Ejecutivo y el Legislativo de que luego de la aprobación de la reforma energética (2013) los precios de las gasolinas bajarían, estos se han incrementado.
Esta situación, aunada a los bajos salarios, la inflación de diversos productos (como la tortilla) y los servicios, el aumento de la pobreza y el precio del dólar por la nubes, ha elevado el enojo social que se tradujo en manifestaciones en la mayor parte de la geografía del país.
La baja popularidad que arrastra Peña no solo se debe a las acciones propias de su gobierno, sino además a otras que tienen un vínculo fuerte con él. Se trata de los actos de corrupción en los que están envueltos exgobernadores del PRI, especialmente Javier Duarte, exmandatario de Veracruz, quien era cercano a Peña y quien es buscado ahora por Interpol en diversos países por lavado de dinero y delincuencia organizada.
Aunado a ello, la política con la que ha conducido la relación bilateral con el nuevo mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, especialmente en los temas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, migración y la construcción del muro, ha sido criticada por analistas.
En la encuesta de EL DEBATE, los ciudadanos consultados han reafirmado que México está peor desde que Peña Nieto es presidente, encontrando las opiniones más críticas en las colonias céntricas de Mazatlán, donde ocho de cada diez lo rechazan.
Tomando en cuenta estos sucesos de los que los sinaloenses han sido testigos, el estudio de EL DEBATE reafirma que los ciudadanos consultados no le ven futuro político a Peña Nieto una vez que deje el cargo. Esta percepción es más alta que el año pasado, incrementándose negativamente en más de un 60 por ciento.
