Desde hace un año Alejandra Colín inició una batalla jurídica por la defensa de sus derechos laborales, después de que la corrieran de la empresa “Sayes”, donde tenía cerca de dos años trabajando.

El argumento es que estaba embarazada y así ya no le interesaban sus servicios, en una fábrica en la que se elaboran gelatinas ubicada en la calle Pomaski número 202, en la colonia Emiliano Zapata en San Andrés Cholula.

“Me dijeron que yo ya no, que prácticamente, literal, ya no sirves, tú tienes que tener el cuidado de otra persona y estás embarazada y ya no necesitamos de tus servicios”, explicó.

Cabe mencionar que en el país, la discriminación de género se realiza en diferentes ámbitos y el espacio laboral no es la excepción.

De acuerdo a un informe realizado por el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación, el despido por embarazo fue uno de los principales problemas de discriminación.

Detalló que el 30 de octubre del 2015 le informaron que estaba despedida, por ello acudió a la junta de conciliación y arbitraje a nivel federal para defender sus derechos y lograr un finiquito justo, para mantener a su pequeño hijo.

Comentó que la empresa no acudió a más de 8 citatorios que realizó la autoridad y el último argumento es que ya tienen un papel de una firma de la renuncia voluntaria.

Agregó que no firmó ningún documento: “Fui a la junta federal a poner una demanda y el primer citatorio”, dijo, al destacar que seguirá el proceso aunque ellos afirmen que tiene influencias.