Por razones políticas y mediáticas, las autoridades recuperaron la camioneta que le fue robada a la esposa del corrupto ex alcalde Panista Eduardo Rivera Pérez.
Me parece injusto que le hayan dado un trato especial a este tema en específico, toda vez que hay miles de autos que han sido robados y tras varios años siguen desaparecidos.
Cuando fue autoridad, el cínico panista permitió que la corrupción fuera una constante en su gobierno y por eso fracasó en el combate a la inseguridad.
Miles de reclamos tuvo y sólo se limitaba a esbozar esa sonrisa cínica y estúpida de quien se burla de la desgracia de los demás.
Cierto que es lamentable cualquier delito, pero no debió ser tratado como un tema de interés primordial.
Eduardo Rivera y toda su familia deben aprender a vivir y ser atendidos en una entidad invadida por el cancer de la corrupción que permitieron los gobiernos de su propio partido y ahora le heredaron a Morena.
Rivera en su momento solapó y encubrió varios delitos en los que incurrieron sus empleados y nadie los juzga por omisión ni complicidad.
Por supuesto qué habrá miles de ciudadanos indignados porque al Panista se le dio un trato preferencial.
Por cierto: quien controla el robo de autos en la capital prefirió no meterse en más problemas...