El personaje más gris en el sexenio morenovallista, Cabalán Macari Álvaro, promete regresar por sus fueros si le dan algo fácil en donde no se despeine.
Añora el recurso público que manejó durante seis años y por ello mantiene reuniones con la secretaria de Infraestructura y Transporte Martha Vélez Xaxalpa.
Quienes saben de sus reuniones, creen que el nefasto Cabalán quiere hacer todo tipo de negocios en el gobierno de Puebla. Principalmente obras.
Cuando los burócratas lo ven por el CIS, invocan a los dioses para que se lleven todo lo que apesta de este parásito.
Y es que como titular de Infraestructura, Cabalán dejó un verdadero cochinero que jamás pudo componer.
Y también dejó un pésimo sabor de boca entre la burocracia a la que tanto despreció.
Es claro que el tipo más gris del morenovallismo no quiere dejar la ubre del gobierno estatal.
Es tanta su locura que cruza los dedos para que los dioses le entreguen una gubernatura plurinominal.
Cabalán tiene mucha suerte sí, pero solo por ser un tipo con una enorme capacidad para obedecer.
Todos los cargos que ha ostentado no los ha obtenido por su capacidad profesional ni personal, sino porque obedece bien a su amo.
Cuando lo ponen a trabajar, agarra sus maletas Louis Vouitton y se va de vacaciones.
Por eso perdió la diputación en el 2015, porque no se dignó saludar a la gente que de verdad trabaja y huele a sudor.
Cabalán el indigno -porque no repitió en su cargo con Gali-, está listo para regresar pues ya vio que es un verdadero error vivir fuera del presupuesto.