El politiquillo con nivel de conserje del ayuntamiento de Puebla, Adán Domínguez, tiene los días contados porque sabe que cometió uno de los pecados que son castigados por la iglesia, la ley y la Cuarta Transformación.

Robó hasta el último minuto que pudo y cuando fue descubierto trató de ocultarlo pero era demasiado tarde.

No debe sorprender la delictiva conducta de este sujeto si tomamos en cuenta que es socio de Eduardo Rivera Pérez, ex alcalde de Puebla, quien iba a ser encarcelado por su propio compañero de partido y con quien fue en dupla en la elección del 2010, el exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas.

El déficit es escandaloso (680 millones de pesos), primero porque no se ve en dónde fueron aplicados esos recursos, toda vez que dejará una ciudad en ruinas y con altos índices de delincuencia.

También, porque sus colaboradores cercanos han ordenado destruir documentación que lo comprometa.

Adán Domínguez no ha actuado solo, detrás de él se encuentra el mismo ex alcalde Lalo Rivera, quien ha estado muy atento de todos los ingresos sucios que entran a los bolsillos de los funcionarios municipales por concepto de extorsión a proveedores, contratistas, dueños de giros negros y todos los negocios que carecen de licencia de funcionamiento.

El lunes pasado recibió una respuesta negativa al gestionar un préstamo para endeudar al municipio y recibió un rotundo NO por parte del Poder Legislativo, también quién representará al Poder Ejecutivo, Alejandro Armenta, se molestó porque todo es en perjuicio de los poblanos.

Cuando le negaron el endeudamiento a días de terminar su gestión, tomó la decisión de mostrar su lado más vil y cínico.

El escándalo está a la vuelta de la esquina nada detendrá que el brazo de la justicia alcance al promiscuo politiquillo de quinto nivel, Adán Dominguez.

En su obra Ingeniería constitucional comparada, Giovanni Sartori asegura que el gobierno ineficiente puede ser perjudicial, porque se desperdician recursos sin ningún fin.

Y va más allá: los daños de un gobierno pueden ser reducidos por el gobierno ineficaz.