El gobernador Miguel Barbosa habló de la traición que hizo Mario Marín al PRI en el 2006 para favorecer a Calderón y lo hizo con su peculiar estilo.

Ahí salió a relucir la palabra “prestanombres”, en clara alusión de quienes se enriquecieron con la máscara de “empresarios” durante el corrupto gobierno marinista.

Destaca el caso de uno en especial, a quien Mario Marín ordenaba que le entregaran todas las grandes obras de su gobierno: Édgar.

De ser un humilde personaje, hoy este prestanombres se presenta como empresario automotriz, de medios de comunicación y desarrollador inmobiliario.

Sin temor a equivocarme, este ruin sujeto será el primero que traicione al gobernador Miguel Barbosa, una vez que haya candidatos de Morena para los diversos cargos de representación popular.

Este sujeto se jacta de ser quien actualmente maneja el reparto y los moches de las obras públicas, con un pequeño grupo de contratistas a quienes les pide los larines.

Este sujeto es el socio de Marín y no tardará en traicionar al gobernador Barbosa.

Repito: si nadie se lo ha dicho al gobernador, un servidor prefiere pecar de honesto.

Respecto a la traición que hizo Mario Marín al PRI, basta recordar que de Puebla fueron exportados 300 mil votos a favor de la elección del 2006, en donde resultó ganador tras un burdo fraude el panista Felipe Calderón Hinojosa.

Y en ese entonces, Marín era el gobernador de Puebla.