La captura del ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, traerá un ingrediente interesante a la elección del 2021 porque legitima al gobierno de AMLO.
Mario Marín es un monumento viviente a la corrupción y hasta este miércoles era un ser impune.
Estuvo libre porque Felipe Calderón le pidió a Rafael Moreno Valle no encarcelarlo, toda vez que le aportó votos y dinero para robarse la elección del 2006.
El mérito para AMLO es enorme y la captura de Marín lleva un mensaje contundente del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien ha reiterado que su gobierno no tolerará a los delincuentes. Y Marín es un delincuente que estaba prófugo.
Muchos, muchísimos políticos, empresarios, socios, prestanombres, viudas y pseudo periodistas, se pondrán a temblar cuando el “Rey de la Maldad” o “Góber Precioso” comience a declarar sobre la complicidad que tiene con ellos.
Si el CEN del PRI creyó que sería fácil arrebatarle espacios de poder a AMLO y su 4T está equivocado, porque Marín es un emblema del corrupto PRI.
Y la captura del Góber precioso significa recordar lo corrupto y deshonesto que es el PRI.
Qué caro le salieron las botellas de cogñac al “ojitos de japonés”.
Qué caro le salió hacerle un favor a su amigo Kamel Nacif.
Qué caro le salió ser denunciado por tortura.
Qué caro nos salió a los poblanos darle el voto a un ser resentido, malvado y con alto grado delincuencial.
Mario Marín fue capturado porque ya comenzaba a presumir impunidad, se paseaba en restaurantes y presumía su ilícita riqueza.
Hablaba mal de AMLO, de Barbosa y en general de la 4T e incluso mandó a sus peones a tratar de hacer política.
La ley lo alcanzó y el Góber Precioso vivirá días de infierno como los que ordenaba en contra de sus detractores y opositores.
De manera sorprendente, no veo a un solo personaje manifestarse a su favor. Ninguno de sus ex colaboradores y pseudo periodistas que se enriquecieron durante su gobierno han salido a defenderlo, ni siquiera porque les dio para comer de por vida...