La falta de capacidad financiera y operativa por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha ocasionado que solo verifique la calidad del 50 por ciento de los proyectos que realiza a nivel nacional, de acuerdo con datos de la propia dependencia.
Cabe destacar que tan solo en 2017 la SCT redujo el monto destinado para la verificación de los trabajos de 300 millones de pesos a solo 120 millones, con lo cual pasó de revisar 5,500 a tan solo 2,475 kilómetros de carreteras en todo el país.
Asimismo, el programa de verificación de calidad de las obras de construcción, advirtió antes de la tragedia en el Paso Express de Cuernavaca, donde murieron dos personas al abrirse un socavón debido a las fuertes lluvias, del problema que implica la merma en la capacidad de la secretaría para llevar a cabo trabajos de revisión.
“La secretaría no dispondrá de información confiable y suficiente de la calidad con que se realizan las obras de infraestructura vial, porque carecerá de los elementos suficientes que le permitan evaluar y analizar la calidad de las obras de construcción, modernización y conservación”, explica la constructora.
Esto ocasiona que la revisión de las obras se realice de manera aleatoria, quedando principalmente bajo la responsabilidad de las empresas constructoras. Para hacer todas las revisiones requeridas, la SCT requeriría de una plantilla de 291 especialistas, incluyendo 31 jefes de verificación de calidad, 31 jefes de laboratorio, 93 laboratoristas y 136 auxiliares de laboratorio. Actualmente solo cuentan con 54 técnicos a escala nacional.
Al final, la disminución de recursos implica que cada técnico deba revisar hasta 10 proyectos a la vez, por lo que “más que supervisar la ejecución de los trabajos, administran contratos. De ahí que no tengan capacidad suficiente para supervisar el control de calidad que lleva a cabo la empresa constructora”.
Mientras tanto, Felipe Verdugo, director general de Servicios Técnicos de la SCT, dijo que en las obras el proceso implica que las constructoras tengan su propio laboratorio de verificación de calidad, mientras que el trabajo de la dependencia es únicamente corroborar los datos.
“Nosotros lo único que hacemos es verificar que el compromiso que tienen las empresas constructoras en unas muestras, que representan 10, se vea si es correcto lo que están haciendo, si lo es se da el aval, y si no lo es no es sujeta de pago”, explicó.
Añadió que en las autopistas la revisión la hacen ingenieros independientes, quienes vigilan todo el proceso, los cuales son pagados con los fideicomisos creados para atender y entregar los recursos. Señaló que en estos casos no se usan recursos públicos, sino que lo atiende cada concesionario.