Es el tiempo de la ciencia en la BUAP. Con la suma de esfuerzos de investigadores de alto nivel, organismos del gobierno estatal y el sector privado, en esta Casa de Estudios se puso en marcha el Laboratorio Internacional EPIGEN, único en su tipo en el país, cuyo objetivo es abordar a través del estudio de la epigenética una preocupación sanitaria urgente: los efectos de la contaminación de agua y aire en la población en Puebla y Tlaxcala.
El Laboratorio Internacional EPIGEN tiene su sede en el Ecocampus Valsequillo de la BUAP, pero con una coordinación establecida con Francia, a través de la Universidad de Lorraine, el Laboratorio IMoPA y el Laboratorio de Investigación de Crecimiento Celular, Reparación y Regeneración de Tejidos, donde trabaja el doctor Guillermo Barreto, destacado investigador en el área y quien apoyó de manera decisiva este proyecto, al igual que la doctora Karla Rubio Nava, orgullosa egresada de la BUAP y quien además coordinará este espacio para generar nuevas propuestas y líneas de investigación.
De igual forma, se cuenta con el apoyo del Instituto Max Planck para Investigaciones de Corazón y Pulmón, donde está adscrita la doctora Rubio Nava, quien aseguró que el alcance de EPIGEN, con tecnologías de ciencia global, permitirá generar nueva información sustentada en técnicas de secuenciación masiva, para entender qué está pasando con los pacientes mexicanos que presentan cáncer o patologías derivadas de la contaminación.
“Soy una egresada de la BUAP, estudié en esta institución desde el nivel medio superior y siempre fue un sueño para mí retribuir lo que la universidad pública me dio. Este día se cumple ese sueño y quiero agradecer a todos los colaboradores que han creído en este proyecto, instituciones de educación pública y privada, hospitales y organizaciones gubernamentales que nos apoyan con su expertis”, destacó durante la inauguración la doctora Rubio, acompañada de autoridades universitarias, del Concytep y del sector salud del estado.
La importancia de este nuevo espacio radica en las muertes asociadas por contaminación −un aproximado de 24 millones al año en todo el mundo─, las cuales se pueden prevenir. Al respecto, Rubio Nava señaló que al menos 20 por ciento de esos decesos se evitarían si se invirtiera en una mejor y mayor investigación de cómo un paciente, un tejido o una célula se transforma de manera patológica en un contexto medioambiental.
Por su parte, en representación de la Rectora Lilia Cedillo Ramírez, el doctor Ygnacio Martínez Laguna, vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado, añadió que la contaminación del agua y aire son causantes de varios subtipos de cáncer, cardiopatías, padecimientos pulmonares, accidentes cerebrovasculares, hepatitis, insuficiencia renal, infertilidad e infecciones respiratorias agudas que afectan de manera desproporcionada a los sectores más vulnerables.
Ante esta problemática, señaló que la contribución de la BUAP es fundamental, pero también representa un motivo de orgullo por la participación de la doctora Karla Rubio, “porque ella es un claro ejemplo del impacto que tiene la educación en el desarrollo”.