Michelle Bachelet, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y expresidenta de Chile, se dijo alarmada por los reportes que denuncian la detención de 45 personas en Myanmar y exhortó a su liberación inmediata.
En un comunicado desde Ginebra, Bachelet señaló que existen “profundos temores de una campaña violenta contra voces disidentes” e instó a las fuerzas militares a “abstenerse de usar fuerzas innecesaria o excesiva”.
“Exhorto a la comunidad internacional a unirse en solidaridad con el pueblo de Myanmar en este momento, y a todos los estados con influencia a tomar medidas para impedir la caída de la frágil democracia y avances en derechos humanos logrados por Myanmar durante su transición de un gobierno militar”, indicó Bachelet.
Por su parte, el ministro del Exterior de Japón, Toshimitsu Motegi, manifestó su “seria preocupación” respecto a los sucesos y pidió la liberación de la líder Aung San Suu Kyi.
“Japón ha respaldado contundentemente el proceso de democratización de Myanmar y se opone a medidas que van en contra de ello. Instamos enérgicamente a las fuerzas militares a restaurar el sistema político democrático lo más pronto posible”, afirmó Motegi en un comunicado el lunes.