El domingo pasado, con motivo del referéndum independentista ilegal convocado por el Gabinete regional catalán, hubo incidentes en varias cargas y acciones de los agentes de la Policía y la Guardia Civil destinadas a requisar urnas y papeletas electorales, por orden judicial.
El Gobierno catalán informó de que 893 personas fueron atendidas por los servicios sanitarios el pasado domingo por heridas, contusiones, y ataques de nervios, de las cuales cuatro ingresaron inicialmente en hospitales.
Por su parte, el Ministerio del Interior cifró en 431 los policías y guardias civiles heridos durante su intervención en diferentes puntos de Cataluña, de los que 39 necesitaron asistencia médica inmediata.
Los dos heridos más graves fueron una persona que padeció un infarto y otra que recibió el impacto de una pelota de goma en el ojo y que podría perder la visión.
El portavoz del Ejecutivo reiteró hoy ante la prensa que la Policía y la Guardia Civil actuaron el 1 de octubre para evitar el referéndum ilegal, no "contra las personas", aunque lamentó que hubiera quien sufriera las consecuencias.