Tras los hechos ocurridos el pasado martes 3 de julio, jóvenes que laboraban en las instalaciones de un conocido Hotel de la capital poblana, viven en el miedo e incertidumbre de que algo malo les pase, pues después de estos acontecimientos han recibido innumerables amenazas de simpatizantes de Morena, después de que sus rostros fueran exhibidos en redes sociales.

Expresaron que la ola de violencia que orquestó el diputado electo de Morena, José Juan Espinosa, y los senadores electos Nancy de la Sierra y Alejandro Armenta, en compañía de su dirigente estatal, Gabriel Biestro, han provocado una serie de violencia cibernética en su contra, llegando a tal grado de amenazarlos de muerte.

Clarisa (N), mencionó que durante este zafarrancho, José Juan expresaba que pagaría más de lo acordado a quien quemara a los jóvenes que se encontraban en ese momento del alboroto, así como dirigía mensajes de amenazas refiriéndose que al llegar a la diputación iba a tomar represalias en cada uno de los jóvenes ahí presentes.

Acusó que fue víctima de agresiones físicas y acoso de los "porros" contratados por José Juan y Alejandro Armenta, quienes gritaban que querían dolor en los ahí presentes.

"Vivo con temor en estos momentos, me da miedo salir a las calles, ayer fui a cenar con mi madre, se movió una silla y empecé a gritar, he recibido amenazas de muerte, vivo en el miedo, y los responsabilizo de lo que me llegue a pasar a mi o a mi familia", declaró.

Y es que el pasado 3 de julio, los militantes de Morena, arribaron a las instalaciones del hotel de forma agresiva y violenta tratando de defender un supuesto fraude sin sustento alguno, exponiendo la integridad de los jóvenes quienes se encontraban en el lugar.

Ese día se cubrió de sangre de ciudadanos víctimas de un pleito entre partidos políticos, jóvenes que viven en el temor a causa de intereses particulares partidistas y de la ambición de unos cuantos que secuestraron la paz social de los poblanos.

Clarisa (N), así como 46 jóvenes que se encontraban en el lugar, piden a gritos seguridad a su persona, que se eviten más agresiones sociales, que se termine la violencia generada por un partido político que los ha dejado expuesto de las manos de los ciudadanos.

Hoy el estado de Puebla, vive en la división del pueblo, en el miedo, en el caos generado por quienes dirigirán al estado en los próximos años, de quienes al llegar al poder olvidarán los traumas que vivieron ciudadanos poblanos.

A pesar del apoyo y respaldo político, las víctimas de la ceguera de militantes y simpatizantes de Morena, seguirán viviendo en próximos tiempos, momentos de desesperación, angustia, miedo daños psicológicos por actuares que la misma sociedad ha denunciado que se termine.