En los días siguientes a la muerte de la Princesa Diana, el 31 de agosto de 1997, la familia real siguió adelante con sus vidas. Ellos incluso asistieron a servicios religiosos a la mañana siguiente sin siquiera mencionar su fallecimiento.

De hecho, las cosas parecían tan normales para aquel Príncipe Harry, quien tenía 12 años en ese momento, que no sabía a ciencia cierta si la noticia había sido real o no.

El documental Diana: 7 Days That Shook The Windsors, de la biógrafa Tina Brown, reveló detalles conmovedores sobre como Harry y su hermano mayor, el Príncipe William, quien tenía 15 años entonces, tuvieron que manejar la dolorosa pérdida.

"De hecho, el Príncipe Harry le preguntó a su padre, ‘¿Es verdad que mami murió?'", explicó Brown. "El niño no podía entender porque todo era normal, excepto por un par de horas antes, cuando les dijeron que su madre había muerto".

Según Brown, la reacción inicial de la realeza ante la muerte de Diana fue "hacer lo que siempre se ha hecho", lo que significa ir a la iglesia en Balmoral.

Otro hecho que causó conmoción, es que la iglesia de Crathie Kirk no hizo mención sobre la muerte de Diana durante la misa. Esto hizo que la gente pensara que la estaban tratando con el mismo "desapego frío" de siempre, incluso después de su muerte.

Según la biógrafa real, Igrid Seward, resumió la reacción del público en el documental, diciendo, "Lo primero que vimos de los niños fue cuando estaban yendo a la iglesia a la misa del domingo. Y la gente estaba diciendo, ‘¿Cómo pudieron? Los niños acaban de perder a su madre".

Por otro lado, el documental sugiera que la Reina Isabel II creía que cualquier referencia sobre su madre sería "devastadora" para William y Harry.

Como muchos recordarán, Diana perdió la vida en un accidente automovilístico en París, Francia. Dodi Al-Fayed y Henri Paul, el conductor del Merdeces-Benz, también fueron pronunciados sin vida en el lugar. Originalmente la gente pensó que el accidente había sido culpa de los paparazzis, pero después se descubrió que Paul perdió el control del auto al conducir en estado de ebriedad.

Recientemente, tanto William como Harry han hablado más abiertamente sobre la pérdida de su madre y la forma en la que manejaron su ausencia, incluso siendo adultos.

Sobre el vigésimo aniversario de la muerte de la Princesa de Gales, William le dijo a la revista GQ: "Ahora estoy en un mejor lugar del que he estado desde hace mucho tiempo. Ahora puedo conversar abiertamente sobre ella, con mayor honestidad, y puedo recordarla mejor y hablar mejor públicamente sobre ella".

El padre de dos continuó diciendo, "Me tomó casi veinte años llegar a este momento. Todavía es difícil para mí porque en aquel momento fue muy rudo".