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Los primeros destellos de Timbiriche a principios de la década de los 80, así como su legado para las nuevas generaciones, son llevados a escena en “La vida es mejor cantando”, un espectáculo que conecta con el exitoso musical “Mentiras”.

De la pluma de José Manuel López Velarde, creador del “Mentirasverso”, la nueva puesta en escena rememora el fenómeno que representó la banda por décadas, volviendo a poner en lo alto los éxitos musicales que quedaron en la memoria del público

En una historia de ficción que toma algunos elementos verídicos, plagada de jóvenes actores, la trama del espectáculo narra la historia de “Micky” (Ilay Perales) y “Chispita2" (Marían Guzmán), dos niños que conocen al misterioso “Gato Rocanrolero” (Ángel Enciso), quien los lleva a viajar al pasado para conocer la historia de Timbiriche.

Así se encuentran con “Benny” (Héctor Osabampo), un niño que en contra de las reglas frecuenta la misma escuela en la que cursan ellos, pero 40 años atrás, para liderar a sus amigos “Paulina” (Sam Sezibwa), “Sasha” (Farah Justiniani), “Diego” (Mateo Ramírez), “Alix” (Andrea Álvarez) y “Mariana” (Ana Sofía Cordero) para formar una banda.

Así su historia se enlaza con “Mentiras” a través de “Dulce D’Alessio” (Maria José Brunet), la profesora que lleva a los jóvenes talentos al concurso “Juguemos a Cantar”.

De esta manera, el musical dirigido por López Velarde, que en la producción cuenta con la participación de Ary Borovoy, es un tributo a la música de Timbiriche, con las canciones “El Gato Rocanrolero”, “Fin de semana”, “Somos amigos” y otras del repertorio original del grupo.

“La vida es mejor cantando” muestra múltiples referencias a la industria musical de su época. Las intervenciones de Lorenzo Antonio, Juanito Farías, Parchís o Enrique y Ana son algunas de ellas, saltando al escenario para transportar a la audiencia a un viaje al pasado.

“La vida es mejor cantando” se presenta en el Teatro Aldama los sábados y domingos con funciones a las 11:00 y 13:30.