Ya que el segundo hijo de Kim Kardashian y el rapero Kanye West, Saint, de dos años, tuvo que ser ingresado en el hospital el pasado día 28 de diciembre por culpa de un "caso agudo" de neumonía.
Afortunadamente, el pequeño se recupera ya en casa de la infección tras haber pasado dos días en el centro médico bajo la atenta supervisión de sus famosos padres. Según fuentes cercanas al matrimonio -padres también de la pequeña North, de 4-, los doctores que han estado tratando al pequeño confían en que volverá a estar en plena forma tras unos días de reposo total, por lo que resulta comprensible que la estrella televisiva y su esposo -quienes esperan ahora su tercer hijo, fruto de un proceso de gestación subrogada- no hicieran mención alguna a tan delicado asunto al compartir poco después, ya en Nochevieja, un vídeo en Snapchat que les retrataba compartiendo un tierno beso mientras daban la bienvenida al nuevo año.
A pesar de no haberse pronunciado públicamente sobre este tema, la pareja ha dejado patente que los contratiempos sufridos por su pequeño no son ya de gravedad gracias a la bonita foto familiar que Kim publicó hace tres días en su perfil de Instagram, en la que felicita con entusiasmo a sus seguidores por las fechas y, además, posa sonriente junto a Kanye y sus hijos delante del árbol navideño.
Como ha venido haciendo desde que hace un año y medio cuando fue víctima de un traumático robo a punta de pistola en un departamento de París, en los últimos tiempos la más famosa del clan Kardashian ha reducido sensiblemente sus apariciones en las redes para dedicar más tiempo a sus seres queridos, una actitud que probablemente se intensifique este 2018 después de que la propia Kim revelara que su propósito de año nuevo residía precisamente en estar "menos tiempo pegada al teléfono" para poder sacar el máximo partido a los momentos que pasa con los suyos.
