Debate
El gran campeón mexicano, Julio César Chávez González, rompió el silencio y habló con el corazón en la mano sobre el delicado momento que atraviesa su hijo, Julio César Chávez Jr., quien fue arrestado el pasado miércoles en Los Ángeles por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), aunque la noticia se hizo pública hasta el jueves 3 de julio.
Julio César Chávez Jr., boxeador sinaloense e hijo mayor del legendario campeón, fue detenido bajo la acusación de encontrarse de manera ilegal en los Estados Unidos, razón por la que fue deportado a México.
Sin embargo, el drama no terminó ahí: en territorio mexicano se informó que enfrenta una orden de aprehensión y se le vincula con el Cártel de Sinaloa, además de acusaciones por supuesta participación en el crimen organizado y tráfico de armas de fuego, municiones y explosivos.
Visiblemente afectado, Julio César Chávez fue abordado por periodistas en la Ciudad de México y, aunque aclaró que no podía hablar mucho por cuestiones legales, no dudó en expresar su apoyo incondicional a su hijo. “Somos amigos de todo el mundo, mi hijo nació en Culiacán, conocemos a todos, a malos y buenos, hemos convivido con todos, pero de eso a que esté involucrado en esas cosas, la verdad que meto a la lumbre mis manos por mi hijo”, declaró con voz entrecortada.
El gran campeón mexicano aseguró que todo el país conoce el carácter y la historia de Julio César Chávez Jr., y que su estancia en Estados Unidos durante cuatro años fue completamente legal. “No hay nada que temer. Claro que estoy destrozado porque se me hace una injusticia lo que está pasando con mi hijo, pero hay que dejar que las autoridades actúen”, añadió.
Chávez González enfatizó que las acusaciones que ligan a su hijo con el crimen organizado son completamente infundadas y producto de malas interpretaciones. “Conocemos a todos, mi hijo conoce a todos también, una foto, un saludo no se le va a negar a nadie, pero de eso a que esté involucrado, la verdad no”, recalcó.
Finalmente, el ex campeón confesó que todavía no ha podido hablar directamente con el Jr., solo ha mantenido comunicación con su abogado. Su rostro reflejaba preocupación y tristeza, pero también la determinación de un padre que no está dispuesto a dejar solo a su hijo en el momento más complicado de su vida.