La Fórmula E tiene las vistas puestas en el futuro, como se puede comprobar por el hecho de que ya tengan atado al próximo suministrador de chasis de la categoría desde la temporada 2018-2019 en adelante. Nuevo suministrador que en realidad es el mismo que en la actualidad, Spark Racing Technology, que ha vuelto a ganar la licitación como ya la ganó para las cuatro primeras temporadas.

Spark ha trabajado en la eficiencia aerodinámica, ya que los próximos vehículos deberán completar el doble de distancia de los actuales. También han trabajado en un menor peso (con un objetivo de un 10% menos) y en mayor eficiencia a la hora de transmitir la energía a las ruedas. Para lograr el objetivo, Spark ha trabajado con la información obtenida en competición durante estas temporadas además de buscar nuevos materiales que no sacrifiquen la seguridad del piloto.

El diseño recuerda a los vehículos de la Roborace, la competición de vehículos autónomo donde no existen los pilotos, aunque en esta ocasión se mantiene el compartimiento donde un humano podrá acoplarse y tomar los mandos del vehículo, compartimiento que irá totalmente cubierto por una cúpula que recuerda a un avión de combate.

Aunque Spark ha buscado un diseño moderno en concordancia con la tecnología que representa, es inevitable cuestionarse si un vehículo con tal cantidad de protección alrededor de las ruedas continúa siendo un verdadero Fórmula o se inclina más hacia un prototipo carrozado como pudieran ser los vehículos de Le Mans.