El último caso es el de Alejandro Faurlín que llegó como último refuerzo del Apertura 2017 y solo jugó 14 minutos en la Liga, sin poder participar en la Liguilla donde la Máquina necesitaba cambiar su historia.
De acuerdo con las palabras de Eduardo de la Torre, director deportivo del club, el futuro del mediocampista dependerá del entrenador Pedro Caixinha, en una historia que parece cíclica.
Y es que, al igual que Faurlín, hay una lista de jugadores foráneos que llegaron al club con el objetivo de fortalecer la competencia interna y proporcionar opciones al DT en turno dentro del campo, pero solo decepcionaron.
Desde el Invierno 97 nombres como Carlos Netto y sus 13 minutos en juegos de Liga han sido ejemplos constantes de estas contrataciones.
Hasta los más mediáticos como el delantero Aníbal Zurdo, quedaron a deber con solo 40 minutos y cero goles en el Apertura 2014.
El caso más increíble fue el de Michael Farfán, estadounidense que llegó en el Clausura 2014 y solo tuvo la oportunidad de jugar 12 minutos ante Pachuca en la Jornada 15 de ese certamen. Otro caso fue el del chileno Eduardo Rubio Costner, que fue fichado en el Clausura 2007 con una participación de 314 minutos sin suerte ante el marco.
Argentinos, ecuatorianos, uruguayos como Daniel Baldi (que se volvió escritor), chilenos, y hasta el camerunés Achille Emana son parte de esta lista.
En la presentación de Caixinha, el propio Eduardo de la Torre apuntó que uno de los objetivos para este torneo será darle más fuerza a los jugadores mexicanos en el primer equipo y prueba de ello son las contrataciones de José Madueña, Javier Salas y el delantero Carlos Fierro.
Así quedarán en la historia celeste nombres como Rodrigo Astudillo (2001), Ronald Raldes (2009), Pablo Torres (2014) y hasta Federico Carrizo (2015) que llegó como campeón de Liga con Boca Juniors en ese año pero en la Máquina terminó por jugar solo 213 minutos sin anotar un solo gol.
Con Información de MedioTiempo