Digamos que acabas de llegar a Estados Unidos y buscas a un equipo de la NBA con el que encariñarte. Los Golden State Warriors son demasiado buenos, sería como llegar a España y hacerte del Real Madrid. Puedes hacerte de los San Antonio Spurs por su nobleza, pero eso te da la sensación de haber llegado dos décadas tarde a la película. ¿Los Cleveland Cavaliers? No valen la pena, ya que te compras un año de drama y luego posiblemente una década de miseria sin LeBron James. Si quieres ser parte de algo desde el comienzo y sacar entradas para ver los playoffs a la misma vez, tu equipo es el Oklahoma City Thunder.

No necesitas vivir en Oklahoma necesariamente para disfrutar de la magia de Russell Westbrook, el MVP vigente de la NBA que no está por dormirse en los laureles tras convertirse en el primer jugador que promedió un triple-doble durante una temporada entera desde que Oscar Robertson lo hizo en 1962.

Solamente los Warriors y los Houston Rockets cuentan con más partidos transmitidos para una audiencia nacional que los 27 del Thunder durante la próxima campaña, y eso se debe a que el arribo de Paul George desde Indiana a cambio de Victor Oladipo y Domantas Sabonis ha elevado las expectativas de tal manera que quedar eliminados en cinco juegos durante la primera ronda de los playoffs ya no es aceptable.

El futuro de la franquicia depende de ello considerando que George, quien promedió 23 puntos por partido las últimas dos temporadas, será un agente libre sin restricciones en el 2018. Además, Westbrook todavía no renovó su contrato a largo plazo. Esa situación que genera resquemor ante la inminente realidad de que él también será agente libre en el 2019. George es oriundo de California y Westbrook fue a la universidad en UCLA, la misma que Lonzo Ball…

Sin embargo, el tornado de la discordia todavía no ha llegado al Chesapeake Energy Arena y el panorama es bastante soleado si le preguntas a los 44 expertos de ESPN que pronosticaron un cuarto puesto del Thunder en la Conferencia Oeste con una marca de 50 -32 esta temporada. Eso significa contar con la ventaja de la localía que ellos no tuvieron en la fase inicial de los playoffs pasados y una eventual cita con los Golden State Warriors de Kevin Durant en la segunda ronda.

Tres de las cuatro citas de Westbrook y sus cuatro mosqueteros ante su némesis más odiada durante la temporada regular serán en la segunda mitad de esta, así que los campeones proveerán una buena medida de que tan amenazante el Thunder será a su reinado como dinastía del Oeste.

Antes de que vengas a descartar los pronósticos como mera práctica de periodistas aburridos sin nada mejor que hacer a mediados de agosto, considera que esos mismos vaticinadores ubicaron al Thunder quinto con 46 victorias el año pasado. Terminaron sextos con 47. ¡Ríndanse ante el poder de nuestra bola de cristal! (e ignoren al hecho de que los Detroit Pistons iban a ser cuartos en el Este. No hay nada que ver aquí).
Westbrook y George representan una de las duplas más formidables de la NBA. Apenas Kevin Durant-Stephen Curry y LeBron James-Kyrie Irving pueden ser consideradas claramente superiores por lo que han logrado juntos, pero no me parece que ellos dos tengan nada que envidiarles a James Harden y Chris Paul en Houston o a Gordon Hayward e Isaiah Thomas en Boston para ofrecerte un par de ejemplos de dúos potencialmente dinámicos.

Las figuras ganan partidos, pero los equipos ganan campeonatos. Es por eso que el éxito a largo plazo del Thunder también dependerá de lo que hagan sus actores de reparto en un elenco prometedor.

Oklahoma City disputó 46 de los 240 minutos en su serie contra los Rockets sin Westbrook en la duela y perdieron por 137-79 durante ese período de tiempo. George ciertamente ayudará a evitar que ese tipo de paliza rotunda vuelva a suceder como ancla del equipo en ataque mientras su base estelar descansa, pero George no es un defensor de élite y es alarmante ver como el rating ofensivo de los Rockets subió del 107.5 a 148.9 cuando Westbrook estaba en la banca.

El asunto era el siguiente: El Thunder encestaba un 50 por ciento de sus intentos y recuperaba un 51 por ciento de sus rebotes con su máquina de triple-dobles a disposición, pero luego esos porcentajes bajaron al 42 y 37 por ciento respectivamente sin él. Luego ellos quedaban desarmados y los Rockets los aniquilaban saliendo en velocidad.

Doug McDermott debe ser un tirador consistente, el Kyle Korver de Oklahoma como relevo de George. Steven Adams debe ser tan fantástico dominando la zona pintada como con su cuenta de Twitter y justificar su salario de 100 millones de dólares por los próximos cuatro años. 11.1 puntos y 7.7 puntos ya no son suficientes, quiero un doble-doble con 15 y 10 por partido.

Y Andre Roberson, eres un gran defensor, de los mejores de la liga, pero por amor de dios mejora tu forma en los tiros libres. Un 42 por ciento de efectividad en la temporada regular y un ¡14! por ciento en los playoffs te relegará a la banca en el último cuarto de partidos clave si no lo corriges a tiempo.
La base está. Ahora es cuestión de construir victorias y logros sobre los cimientos de los sueños.