La enorme división que hay al interior del PRI lo pone al borde de ocupar el tercer lugar en el 2018, por abajo del PAN y de Morena.
En Puebla la lucha por el poder en el PRI se disputa con todo entre sus militantes. Es de antología.
Aún no terminan de desangrarse el líder de este instituto político Jorge Estefan Chidiac y Fernando Morales Martínez, ex líder del PRI y actual subsecretario de Gobernación estatal, luego de la reciente disputa que tuvieron en la elección de este año.
Mucho se ha escrito sobre la pugna entre ambos personajes, pero lo cierto es que hasta el momento no ha habido nadie que haya parado este conflicto que dará de qué hablar por mucho tiempo.
Lo cierto es que Morales Martínez ha hecho que el PRI arda y parezca un partido en donde la institucionalidad y disciplina son cosas del pasado.
Para nadie es desconocido que su fortaleza proviene por ser el hijo del ex gobernador Melquiades Morales, un priista respetado y querido entre la jauría.
En lo personal no creo que el PRI llegue fortalecido y con unidad en el 2018, pues no habrá tiempo para que cicatricen las heridas.
Y habrá más agravios entre los priistas cuando se lleve a cabo el reparto de candidaturas a diferentes cargos de elección popular.
Al tiempo.
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