Algo sabe el ex gobernador de Puebla quien ayer advirtió que el PRI perderá en el 2018 si no llega unido.
Es obvio que el PRI llegará dividido por la disputa de poder que hay entre varios actores políticos que se creen con los méritos suficientes para abanderar las causas priistas ese año.

Y por eso Don Melquiades Morales vaticina la derrota de su partido disfrazada con otras palabras.
 Melquiades Morales es un hombre que entiende los tiempos y circunstancias, y sabe que los tiempos no le son favorables a su partido por dos aspectos.

El gasolinazo impuesto por la administración de Enrique Peña Nieto, la ingobernabilidad que hay en todo el país; el robo y abuso descarado de los gobernadores como Javier Duarte, son elementos suficientes para que el PRI pierda más elecciones.

Aunado a ello, la traición al interior del PRI es lo que rige su doctrina moderna, toda vez que no hay una elección en la que los priistas se traicionen y simulen apoyarse.

Melquiades vivió en carne viva la traición que le hizo Mario Marín en el 2001 cuando perdió la alcaldía de Puebla su gallo Carlos Alberto Julián y Nacer.

En pleno sexenio melquiadista llegó la desgracia.

Pero Melquiades no se quedó cruzado de brazos y le regresó la afrenta a Marín en el 2010, con resultados demoledores para el corrupto grupo marinista, el cual no se ha podido recuperar en la actualidad.

De ahí nacieron las recientes traiciones en el PRI que han cambiado la historia moderna de Puebla.

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