Varios son los impactos positivos que pueden apreciarse tras la marcha en donde participaron miles de estudiantes de diversas universidades quienes demandan justicia y seguridad.

Primero que la influencia y fuerza estudiantil despertó para hacerse escuchar y participar activamente en la vida cotidiana.

Segundo que las manifestaciones que han realizado se han llevado acabo de manera pacífica y afortunadamente grupos radicales no se han involucrado en las mismas.

Que los estudiantes encabezan demandas justas y no han desvirtuado las manifestaciones.

Y por parte del gobierno cabe destacar la apertura y sensibilidad del gobernador Miguel Barbosa, quien en todo momento ha salido y los ha invitado a dialogar de manera personal.

Incluso el mismo Barbosa les ha pedido que participen como sociedad para solucionar los grandes problemas como es la inseguridad, que se percibe a nivel nacional y local.

Lo cierto es que no hay quien no hable ni reconozca la fuerza de los jóvenes. Hace mucho tiempo que no se les escuchaba.

Lamentablemente