La declaración que hizo la presidenta del PAN en Puebla, Genoveva Huerta, en el sentido que Acción Nacional valora no participar en la elección extraordinaria, la retrata tal cual.
Retrata su falso liderazgo; exhibe haber sido una imposición; la hace ver como una persona incapaz de cohesionar intereses y voluntades en el PAN y no quiere ser señalada como la responsable de la inminente derrota de su partido.
Genoveva es el claro ejemplo de la persona que quedó en la orfandad y a la que le hace falta que le ordenen.
No es una líder, pero sí una mujer que Martha Erika manipulaba a su antojo.
Ya se ve que le quedó muy grande el papel de presidenta del PAN y todo por no haber sido sincera desde el principio cuando fue impuesta.
Le hubiera dicho a Martha Érika que solo sabía obedecer y no haber aceptado un cargo que me queda muy grande.
Genoveva no quiere competir para no hacer el ridículo y por eso se cura en salud, lucrando con la desgracia de sus mentores fallecidos en un accidente aéreo.