Tras haber perdido la elección del 1 de julio, el diputado de Morena José Juan Espinosa Torres, juró que no aceptaría su constancia de mayoría como legislador hasta que no se resolviera la situación del candidato perdedor de Morena a la gubernatura de Puebla Luis Miguel Barbosa Huerta.

El miedo se apoderó del JJ y muy pronto recogió su constancia , incurriendo en una de sus tantas incongruencias.

O le urgía el fuero o de plano ya no le importa la suerte de Barbosa, pero lo cierto es que el JJ demostró que para cualquier cosa, primero él, después él y al último él.

Este 15 de septiembre habrá de llegar al Congreso como Presidente de la Mesa Directiva, olvidando sus acostumbrados arrebatos y listo para despilfarrar el presupuesto del Poder Legislativo.

No le ha ido nada bien en los últimos meses, pues se ha dado cuenta que la sociedad lo repudia por su exagerado protagonismo y actos violentos que hoy están en carpetas de investigación.

El JJ ahora sufrirá lo que es ser gobierno fustigado por la oposición, y por ello su discurso cambiará por lo menos de dientes para afuera.

Me atrevo asegurar que no será una tarea fácil para este legislador, toda vez que una de sus grandes limitantes es su propia capacidad.

Un ser trastornado o un psociópata no puede trabajar tranquilamente porque su cerebro está desconectado.

Bienvenido estimado JJ. !!!!!!