Dos son los gobernadores que pueden ejemplificar muy claro el tipo de gobiernos que hacen los partidos políticos a los que pertenecen.
Me refiero al mandatario priísta de Veracruz Javier Duarte y al gobernador panista de Puebla Rafael Moreno Valle.
El primero acusado por actos brutales de corrupción, homicidios, desaparecidos, protección al crimen organizado, enriquecimiento ilícito, desvío de recursos, abuso de poder entre otros.
Moreno Valle reconocido por la eficacia en el manejo de recursos, impulso al turismo, obras para los poblanos, generador de empleos y ejemplo de gobierno.
Uno, Javier Duarte, es un fuerte candidato a la cárcel.
El otro, Moreno Valle, es un fuerte aspirante a la candidatura del PAN para la presidencia de México.
Ahí están los dos gobernantes que sirven como ejemplo para comparar los gobiernos del PRI y PAN.
Hace seis años, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, presumía su sospechoso triunfo y más de un poblano lo veía como su salvador, incluído el ex candidato del PRI Javier López Zavala.
Hoy, ni siquiera los zavalistas quieren ser parte de esa corrupción de Duarte que supera a la del mismo Mario Marín.
Los mexicanos tenemos que elegir en el 2017 al presidente de México, varios gobernadores, alcaldes, diputados y regidores.
Y este es un ejemplo para comparar.
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