Jorge Estefan llegó mal a la dirigencia del PRI y se irá peor.
En sus casi dos años al frente del CDE en Puebla, ha logrado sumar más enemigos porque cayó en los mismos vicios que antes criticaba.
Hoy recibe lo que ha cosechado: chantajes, amenazas, críticas, traiciones, acusaciones y filtraciones.
Pero el amigo personal de Meade no ha entendido que debe sumar y multiplicar para el proyecto de su amigo el candidato que va en picada.
Estefan ya se ha peleado con Antorcha Campesina , la CTM y hasta con su candidato a la presidencia municipal, a quien no quiso acompañar en su registro ante el IEE.
Impuso pésimos candidatos en varios municipios y no controló la rebelión interna que le surgió.
Estefan creyó que llegaba blindado al PRI con periodistas que van en picada y ya no tienen el apoyo del marinismo.
Se equivocó porque esos periodistas ya ni siquiera son leídos.
Sus característicos desplantes, incumplimiento de palabra y sus constantes indiscreciones, lo llevaron a no ser un líder respetado, confiable y fuerte.
Hoy su PRI se le desmorona porque simplemente inició mal.
Por cierto: Estefan dejará el PRI más frustrado de cuando llegó, por ver a su concuño Tony Gali encumbrado en su carrera política.
Y él jamás será gobernador.
Al tiempo.