La instalación de parquímetros en el primer cuadro del Centro Histórico, es sin duda, un gran acierto de la administración del alcalde de Puebla, Luis Banck Serrato.

Con ello, Banck no sólo dará movilidad a esa zona, sino acabará con las mafias que se han apropiado de la vía pública y generan delitos como robos, asaltos, venta de droga, agresiones e incluso secuestros.

Los poblanos agradeceremos esta decisión de la administración de Banck porque los franeleros y sus cómplices serán orillados a buscar otros lugares y víctimas.

Nadie le puede regatear a Banck que está dispuesto a cumplirle a los poblanos y esa decisión significa que su gobierno le apuesta por el respeto a la ley.

Los franeleros son lacras, delincuentes que fueron solapados por los gobiernos priistas a cambio de cuotas a los jefes policiacos y ex funcionarios municipales.

Los gobernantes priistas no se dieron cuenta que ni siquiera votan e ignoraron la maldita herencia que dejaban a la sociedad.

Hoy, esa lacra de lo que queda del PRI por fortuna tendrá que respetar la ley. Por fortuna desaparecerán.

Banck no es un hombre que piensa heredar esas lacras; al contrario, su apuesta es seguir con la transformación de Puebla.

En su diccionario no caben las palabras "Puebla corrupta" que fomentaron los gobiernos priistas.

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