Finalmente será el gobierno de Tony Gali con el apoyo e interés de la Sedena, quienes rescaten una de las obras más emblemáticas de la corrupción marinista: La Célula.
Este monumento a la corrupción construido durante el gobierno marinista tiene 600 hectáreas de terreno y fueron invertidos más de 450 millones de pesos para parte de su infraestructura.
Era un proyecto ambicioso que le dañó la desmedida ambición de los ex funcionarios marinistas que se involucraron en el proyecto.
Y eso terminó por sepultarlo.
Los sueños de convertirlo en un puerto seco solo quedaron en eso: en sueños.
La visión del gobierno de Gali hará posible que la Sedena instale una industria militar, donde construirán motores para sus vehículos y máquinas.
Quienes se enriquecieron del marinismo en esta obra, pueden dormir tranquilos porque ya no les fincarán responsabilidad alguna.
Habrá que ver las sorpresas cuando abran sus expedientes.