Al inicio de las averiguaciones, las autoridades pensaron que se había tratado de un asalto perpetrado por un grupo de homicidas, pero no fue así. De acuerdo con cámaras de seguridad del municipio, fue captado un hombre en la zona. Todo indica que el asesino mantenía una relación sentimental con Lorena, quien estaba embarazada, aunque se desconoce si era el padre de la bebé.

El sujeto entró a la casa cerca de las 13:00 horas, minutos más tarde, los vecinos escucharon gritos y detonaciones de arma de fuego. Hasta las cuatro de la tarde, uno de los dueños de la vivienda llegó para comer y encontró un camino de sangre que lo condujo hasta los cuerpos de sus empleadas que estaban casi abrazados.

Lorena y Luisa trataron de escapar, de la cocina a la sala, sin embargo, no lograron salir y fueron asesinadas a lado de una ventana cerca de la puerta.

Lorena fue apuñalada tres veces en el vientre y recibió dos disparos en la cabeza. Se cree que Luisa trató de defender a su compañera, pero la acuchillaron en la garganta.

Los cuerpos fueron levantados por elementos del Ministerio Público, a cargo del agente Ezequiel Martínez Félix. En el lugar se embalaron dos casquillos de calibre 380.

De acuerdo con la necropsia, se confirmo que Lorena de 33 años originaria de la colonia San Isidro en San Diego Chalma, Tehuacán; tenía ocho meses de gestación y esperaba a una niña.

Su compañera Luisa Cortés Fierro, tenía 28 años, originaria del municipio de Coyomeapan, pero residía en la colonia Nicolás Bravo de Tehuacán.

Según el portal Sin Embargo, la Fiscalía del Estado dio a conocer de forma extraoficial que ambas mujeres conocían a su asesino, pues lo dejaron entrar a la casa y, tras revisar sus redes sociales, el sujeto aparece como amigo de las dos.

El homicidio de Lorena y Luisa son los feminicidios 4 y 5 cometidos en Puebla en el 2018.