El vicepresidente aclaró que sus compatriotas procedentes de ambos países y los residentes permanentes en Estados Unidos sí tendrán permiso para ingresar en el país.
Deberán, sin embargo, transitar por un número restringido de aeropuertos donde serán sometidos a análisis.
El presidente Donald Trump había sorprendido a todos al anunciar el miércoles la suspensión por 30 días de la entrada a Estados Unidos de los viajeros extranjeros que hubieran estado recientemente en uno de los 26 países del espacio Schengen.
Esa prohibición entró en vigor el sábado a las 03H59 GMT. Esa medida, muy criticada por la Unión Europea, suscitó otra polémica porque no afectaba a Reino Unido, donde la epidemia de coronavirus empieza a propagarse rápidamente.