Las fuerzas armadas egipcias lanzaron el 9 de febrero una amplia campaña antiyihadista nombrada "Sinaí 2018", centrada en esa península donde el grupo Estado Islámico (EI) es muy activo.

"Treinta elementos takfiríes (extremistas) armados fueron eliminados en un intercambio de disparos", declaró en un comunicado el portavoz de las fuerzas armadas, Tamer al Refai.

Una "célula terrorista muy peligrosa" también fue "eliminada", provocando la muerte de seis yihadistas, añadió. Cuatro soldados egipcios fallecieron y ocho resultaron heridos en esas operaciones, indicó Refai.

Al menos 100 yihadistas y 20 militares murieron desde el lanzamiento de "Sinaí 2018", según cifras oficiales.

Más de 2 mil personas fueron detenidas, incluidas 345 en los últimos cinco días, entre ellas "elementos terroristas muy peligrosos y criminales a los que se buscaba", precisó el portavoz de las fuerzas armadas.

El ejército destruyó además decenas de depósitos de armas.

A finales de noviembre, el presidente Abdel Fatah al Sisi dio un plazo de tres meses a su jefe de Estado Mayor y a su ministro del Interior para restablecer la seguridad y la estabilidad en el Sinaí.

Sisi dio aquella orden días después de un atentado que causó más de 300 muertos en una mezquita del norte de la península. Ese ataque, el más mortífero de la historia reciente de Egipto, no fue reivindicado, pero las autoridades sospechan que fue obra del EI.