Fue un auténtico generador de memes y gifs ad hoc. Cuando en septiembre de 2013 se estrenó el vídeo de Wrecking Ball, de Miley Cyrus, no se habló de otra cosa durante meses. Dirigido por Terry Richardson, era la mejor presentación para el rumbo artístico y estilístico que había adquirido la estrella. Nadie pudo olvidar su imagen sobre una bola de demolición, con aquel dos piezas mini blanco o vestida solo con unas botas Doc Martens.
Sin embargo, Miley sí tiene ganas de olvidar esos fotogramas, tal y como acaba de confesar. Y es que ha revelado en una entrevistaque se arrepiente de haber grabado ese vídeo que tanto nos gustó... y que lleva ya 900 millones de reproducciones.
"Es una locura que seré recordada siempre por haber lamido ese martillo", decía. Tampoco está muy contenta con que nadie haya borrado aún de su memoria su fibrado cuerpo desnudo sobre la bola de demolición. "Siempre seré la chica desnuda sobre la bola", reconoce. Sí, Miley, pero no es, ni mucho menos, la imagen más vergonzante que has ofrecido en tus años de carrera. Yo me sentiría mucho menos orgullosa de haber llevado estas gafas con un pene de plástico incorporado, o este otro accesorio tan poco work safe.
Y va más allá: su mayor pesadilla sería que tocasen Wrecking Ballen su funeral. Más allá de lo polémico -o no tanto- del vídeo, hay que reconocer que esta canción es muy buena, tremendamente pegadiza y con una letra excepcional. En definitiva, un tema del cual no solo no debería arrepentirse jamás sino que debería sentirse muy orgullosa de él.
