Este fin de semana, la máxima categoría del automovilismo tendrá su sexta jornada en el circuito urbano de Mónaco, como una de las pruebas más importantes de la temporada, además de ser para muchos la más bonita.
Y es que, el pintoresco paisaje con el mar, las casas edificadas sobre la roca y un centenar de yates atados junto al muelle, se mezclan con las calles de la ciudad en donde se corre una de las carreras con mayor tradición en todo el mundo.
Asimismo, se sabe que miles de visitantes viajan hasta la ciudad en días del Gran Premio, y aprovechan para realizar turismo antes o después de la competencia.
No obstante, esta edición se vio teñida por un curioso episodio que terminó por modificar el calendario tradicional de la categoría, luego de que las autoridades monegascas ratificaran la realización de una tradicional fiesta religiosa llamada Ascensión en las calles, el mismo día en el cual los pilotos realizarían sus respectivos reconocimientos y entrenamientos de pista.
Ante el imprevisto, la FIA optó por pragmatizar el hecho y correr el día de entrenamientos para el jueves, dejando el viernes como día libre para los equipos.