Antes de que comenzara la temporada de la NBA, se hablaba que con el retiro de Tim Duncan, la época dorada de los San Antonio Spurs había llegado a su fin. A pesar de que todavía cuentan con un equipo lleno de talento, el perder a uno de los mejores jugadores en la historia de la liga sería un golpe muy duro y les podría costar trabajo asimilarlo.
En una semana que llevamos de la campaña 2016-2017 de la NBA, los Spurs son el mejor equipo y junto con otras cuatro escuadras, todavía no conocen la derrota. Pero los texanos son el club que más encuentros ha disputado (cuatro hasta el momento) y son el único que está dentro del Top 10 en la ambas categorías (ofensiva y defensiva).
Es temprano, muy temprano, para hablar de un claro favorito para el título y tanto los Cleveland Cavaliers, como los Golden State Warriors parecen estar destinados a repetir en las finales de la NBA por tercer año de forma seguida. No obstante, Gregg Popovich nos ha enseñado que todavía cuenta con trucos bajo la manga y a pesar de su veteranía, los Spurs pueden sorprender esta campaña.
Ante la salida de Duncan, se necesitaba un líder, alguien que tomará la responsabilidad de ser el hombre franquicia y Kawhi Leonard rápidamente ha asumido este rol. A pesar de que es conocido por sus talentos a la defensiva, en estos cuatro encuentros ha sido su aportación del otro lado de la duela lo que ha ayudado a los Spurs a mantenerse perfectos. El Mejor Jugador Defensivo de la NBA, promedia 28 puntos por partido y 4.2 asistencias.
Que Leonard pudiera jugar a este nivel no es ninguna sorpresa, lo que es increíble, es que un jugador como Jonathon Simmons esté teniendo tanto impacto en lo que llevamos del año. Simmons ya había estado con los texanos el año anterior, pero solamente veía acción una vez que los partidos estaban definidos.
La mayor parte de su carrera la había pasado en el equipo de la Development League de los Spurs, los Austin Toros. A pesar de que ya tiene 27 años, es todo un novato en la NBA y los Warriors descubrieron de que era capaz durante el primer juego del año, donde anotó 20 puntos. Pero no fue casualidad, contra los Pelicans también ayudó en la paliza de los suyos y obtuvo 11 unidades.
LaMarcus Aldridge y Pau Gasol han sido dominantes a la defensiva. Contra los Warriors fue clave la aportación que estos dos tuvieron a la defensiva para evitar que los campeones de la Conferencia Oeste tuvieran segundas oportunidades. A Gasol le ha costado un poco de trabajo adaptarse al ritmo ofensivo del club, pero apenas llevamos cuatro juegos y ya está demostrando lo que puede llegar a hacer.
Manu Ginóbili sabe que está puede ser su última campaña y se ve que la está disfrutando. El argentino es un jugador renovado y detrás de la línea de tres ha sido una constante amenaza a la ofensiva. Aunque no anota tanto como antes, se ha vuelto muy inteligente y crea muchas oportunidades para sus compañeros.
El único aspecto negativo, es la forma de juego de Tony Parker. El francés está muy por debajo del nivel que alguna vez le conocimos y se puede ver como la ofensiva baja su rendimiento cuando él se encuentra en la duela. Particularmente en el duelo contra los Sacramento Kings, que fue hasta que Patty Mills tomó el control ofensivo que San Antonio tomó la ventaja definitiva. Pero Popovich confía en su base y le dará la oportunidad de estar sano para seguir siendo el titular.
En caso de que esto no suceda, el nivel de Mills ha sido tan bueno que a los aficionados no les molestaría que tenga más minutos.
David Lee, Dewayne Dedmon y Kyle Anderson, han demostrado que pueden ayudar una vez que ingresan de la banca. Mucho de eso tiene que ver el sistema de Popovich, ya que entiende cuales son las fortalezas y debilidades de su equipo.
Sí, es temprano, apenas llevamos una semana en la temporada de la NBA, pero San Antonio nos está enseñando que no debemos de asegurar una final entre los Warriors y los Cavaliers, porque los texanos quieren demostrar que se pueden mantener en la cima de la liga.
