Jueves, 17 Agosto 2017 13:57

¿A quién le importan las 116 victorias? Seguro que a los Dodgers no

Escrito por espn.com.mx/David Schoenfield

Joc Pederson se paró en el plato en el Dodger Stadium el martes en la noche en la octava entrada en un partido empatado 1-1 pero metido en una mala racha de 38-1. Las bases estaban llenas pero habían dos outs, y parecía como uno de esos raros partidos que podrían escapársele de las manos a los Dodgers de Los Angeles. Los fanáticos estaban haciendo ruido y el manager Dave Roberts miraba atentamente desde el dugout, pero no estoy seguro que alguien tuviese demasiada confianza en Pederson en ese momento.

Pero de nuevo, cuando los dioses del béisbol te aman, realmente te aman.

Pederson dejó pasar una recta para bola, y luego un cambio para un strike. El relevista de los Medias Blancas de Chicago Jake Petricka disparó otra recta y golpeó a Pederson en la parte trasera del muslo, justo debajo del bolsillo del pantalón. La carrera de la ventaja anotó, la fanaticada se puso en pie y levantó sus brazos en júbilo, y entonces se abrieron las compuertas ya que los Dodgers anotaron cuatro veces más, en camino a la victoria 6-1.

Así es que como estableces el ritmo para llegar a 116 victorias: Mucho talento, mucha profundidad, mucha buena vibra en el camerino, y quizás algo de buena suerte aquí y allá. Los Marineros del 2001 y los Cachorros de 1906 tienen el record de victorias en una temporada con 116. Y restándole 43 partidos a los Dodgers, tienen oportunidad de alcanzar la historia.

Sin embargo, he aquí el problema: A los Dodgers no les importa ese record. Ciertamente a ellos no les importa lo que han logrado hasta ahora, aparentemente sin impresionarse por haber jugado para 50-9 desde el 7 de junio.
"No estamos mirando atrás ahora mismo, estamos mirando al frente", me dijo el cerrador Kenley Jansen la semana pasada en Nueva York. "Para ser honesto, cuando [Justin Turner] y yo firmamos, nosotros sabíamos qué tipo de grupo de chicos teníamos y queríamos volver aquí. Teníamos negocios sin terminar, vimos lo lejos que llegamos el año pasado y estamos jugando para una sola meta: ganar el campeonato".

El veterano abridor Rich Hill tiene pensamientos similares.

"Ni siquiera me gusta hablar de victorias y derrotas, porque eso no es lo que nos sirve al final del día", dijo. "Es realmente sobre el esfuerzo que damos en el terreno y la consistencia de ese esfuerzo. Si echas una mirada a este equipo, hay algo diferente, y esa intensidad que los 25 jugadores traen cada noche".

Hill dijo que no han hablado sobre el record en el camerino, e incluso si los Dodgers tuvieran oportunidad de llegar al record al final de la temporada regular, el equipo no se pondría a discutir eso. "No lo creo", dijo.

"No me malinterpretes sobre las victorias y las derrotas", reiteró, "pero esto se trata más sobre la consistencia de todo el mundo haciendo lo que necesitan hacer".

Eso es un claro contraste con la forma en la que los Marineros veían las cosas en el 2001. Ese equipo comenzó caliente y nunca se enfrió. Tuvieron marca de 20-5 en abril y 20-7 en mayo para terminar la primera mitad con 63-24. El Juego de Estrellas fue en Seattle ese año, y para ese entonces, ya se había comenzado a hablar de ello. La ciudad se consumió con el record.

"En el último mes y medio, de lo que se hablaba era del record", dijo el intermedista de los Marineros Bret Boone en el libro de Art Thiel, "Out of Left Field."

"La cobertura de medios a nivel mundial fue intensa con el conteo regresivo. Una vez empatamos la marca, fue una especie de alivio: 'Oh, ya se acabó -- no, esperen un minuto, ahora vienen los playoffs'. No me gusta usar eso de excusa, pero el cansancio y el escrutinio nos pasó factura".

Los Marineros llegaron a la Serie de Campeonato de la Liga Americana pero perdieron ante los Yankees de Nueva York en cinco juegos. El manager Lou Piniella le exigió mucho al equipo en la recta final. Por ejemplo, Mike Cameron abrió 33 de los 34 juegos finales. Boone se perdió tres juegos debido a una dolencia menor a mediados de septiembre pero solo se sentó en otros dos juegos en los dos meses finales. Ichiro Suzuki jugó en 157 partidos. Por supuesto, el medirse a Andy Pettitte, Mike Mussina y Roger Clemens tuvo algo que ver con la derrota ante los Yankees, pero algunos sugieren que el equipo simplemente se agotó en octubre.

"No creo que se pueda decir que no debimos intentar buscar el record", dijo Boone en el libro del 2003. "Si vas a hacer algo que nunca se ha hecho antes en tu deporte, tienes que intentarlo. Esa es la grandeza. Lou hizo lo correcto. Hay que tomar las oportunidades. Sin importar cuán amargo sea el reusltado final, todo el mundo en ese equipo y en esa organización será una nota al calce en la historia".
Si los Dodgers mantienen su ritmo - lograron otra victoria dramática el miércoles, anotando tres carreras en la parte baja de la novena para volver a vencer a los Medias Blancas de Chicago - van a comenzar a sentir la misma presión que los Marineros, con las mismas preguntas día tras día y una nueva ola de medios nacionales encima de ellos.

Hasta el momento, al igual que los Marineros del 2001, ellos han podido mantenerse enfocados.

"Esa es la mentalidad que tenemos", dijo Jansen, "pensando en esa meta cada día, solo viviendo el momento y llegando al estadio en búsqueda de la victoria cada día".

Si todo eso suena un poco como el consejo que le dio Crash Davis a Nuke LaLoosh en la película 'Bull Durham', bueno, el mismo está funcionando para los Dodgers. Los jugadores de béisbol son criaturas que toman las cosas un juego a la vez, olvidándose de los resultados del día anterior, enfocándose en el juego que tienen por delante. ¿El gran escenario? ¿Ir tras las 116 victorias? Eso es para que los fanáticos y los medios se diviertan.

Si los Dodgers no llegan a las 116 victorias, Hill dijo que cree que la construcción del equipo es una razón para que eso no se convierta en una distracción en ruta a la meta más importante.

"La mezcla de edades que hay equipo es grandiosa para la unión de un equipo", dijo. "Nadie trata de forma diferente al otro. Eso es algo que es único en este camerino que uno no necesariamente lo ve en otras partes. Es algo bueno porque cultiva un ambiente de aprendizaje, cultiva la creatividad. Ese es el otro lado de esto, que a los chicos se les inculca que sean ellos mismos. Eso comienza con la cima con Dave".
En un punto en Nueva York, Pederson caminó por todo el camerino y chocó manos con la fila de intérpretes sentados en una esquina. "Hola a mis amigos japoneses", gritó de forma alegre, quizás sin darse cuenta que uno de los intérpretes recién se había unido al equipo, junto con Yu Darvish. Jansen mencionó específicamente como Roberts ha hecho un gran trabajo manejando a Yasiel Puig, quién siempre parecía estar chocando con Don Mattingly.

Esa es una de las cosas más asombrosas de este equipo. El constante movimiento de caras nuevas y cambios en el roster no ha sido un problema. Los Dodgers ya han hecho más de 100 transacciones.

"Lidiamos con eso el año pasado, así que ya este año estábamos acostumbrados", dijo riéndose Corey Seager.

Aunque los Marineros utilizaron apenas 15 lanzadores toda la temporada - y dos de ellos lanzaron menos de 15 entradas - los Dodgers ya han utilizado 23. Es una de las razones por las que todo el mundo estaba de acuerdo con la llegada de Darvish. Es solo otro lanzador nuevo, aunque uno con una recta bastante buena.

Sin embargo, eso nos lleva a la gran pregunta: ¿Le debería importar el record a los Dodgers? Después de todo, alguien tiene que ganar la Serie Mundial cada temporada. Solo dos equipos han logrado 116 victorias, y uno de ellos lo hizo hace más de 100 años. Yo sugeriría que ir detrás del record es un logro más impresionante que ganar algún torneo de postemporada.

Por supuesto, yo entiendo que la meta final es la Serie Mundial, y que a los equipos se les juzga por quién gana el juego final de la temporada. Solo pregúntenle a los Golden State Warriors de la NBA en 2016. Pero de todos modos, consideren esto: Desde el inicio de la era del comodín en 1995, 10 equipos han logrado porcentaje de victorias de .636 o mejor (103 victorias). Solo tres de ellos han ganado la Serie Mundial. Ese es el mismo número de equipos que han ganado la Serie Mundial desde 1995 con menos de 90 victorias.

Queda bastante claro que Roberts no va a empujar a los Dodgers de la misma manera que Piniella empujó a los Marineros. A Roberts le preocupa mucho más la salud de Clayton Kershaw y que esté listo para octubre o que Alex Wood no se agote más que el ganar 116 partidos. Hay mucha profundidad en este equipo para darle descanso a los jugadores de posición, especialmente cuando llegue la expansión de rosters en septiembre.
¿El record? Siguiente pregunta. "Nadie está prestando atención a eso", dijo Seager. "Nadie está preocupado por ello, a nadie le preocupan las rachas de victoria y todo eso. Esa ha sido nuestra filosofía desde el comienzo para sacarle el máximo a los turnos, a las series, para ser lo más implacables posible".

Parece ser que los Dodgers están de acuerdo con el jugador del cuadro de los Marineros Mark McLemore. Luego de perder ante los Yankees, él dijo, "Uno no juega para establecer records. Uno juega para ganar la Serie Mundial. Y cuando no lo logras, es algo bien decepcionante".

Así que la meta está clara. No se decepcionen.

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